Entre enero y agosto el número de paros no programados en las seis refinerías de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó 27 por ciento respecto a igual periodo de 2020, dijo el experto del sector energético Ramses Pech.
En un foro organizado por la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes), comentó que en el periodo referido han ocurrido 279 paros en esas plantas de la empresa estatal.
El especialista aseveró que este tipo de eventos ocurren cuando alguna planta de la refinería se detiene, como puede ser la coquizadora, la torre de destilación u otra área.
Pech comentó que en la mayor parte de las refinerías que conforman el Sistema Nacional de Refinación (SNR) se han reportado ese tipo de eventos, pero también una reducción en la actividad, basándose en datos de la Secretaria de Energía.
En la planta de Tula, Hidalgo, el número de paros fue de 33 en 2020, en lo que va de este año suma 63. En Cadereyta, Nuevo León, pasó de 25 a 45 en 2021, mencionó.
En otras como Salamanca, Guanajuato, disminuyeron, pues mientras el año pasado eran 59 paros no programados, para 2021 se han reportado en los ocho primeros meses 56 eventos.
El experto consideró que operativamente Pemex es bueno en la extracción de crudo, pero el problema radica en la transformación y en la comercialización.
La elaboración de combustibles en las refinerías se ha reducido en los últimos años, pues mientras en 2008 producían 462 mil barriles diarios de gasolinas, en agosto pasado el volumen fue de 206 mil barriles, comentó.
En 2008, la empresa estatal producía 336 mil barriles diarios de diesel, pero para el octavo mes de este año la producción pasó a ser de 112 mil barriles diarios.
Incluso destacó que se destinan menos recursos a esas instalaciones que llegan a operar a menos del 50 por ciento de su capacidad.
Pech destacó que es posible que la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, sólo pueda sustituir a alguna de las otras instalaciones como es el caso de Madero, la cual tiene más de un siglo de vida.