Cada 18 de septiembre se celebra el Día Mundial del Bambú. Aunque esta vegetación la asociamos con las culturas orientales, existen registros de investigaciones arqueológicas que muestran que en Argentina, Ecuador y Colombia se usaba desde la época geológica del Plioceno y se ha utilizado durante el desarrollo humano desde entonces, indica la Comisión Nacional Forestal (Conafor)
Aunque no cabe duda de que ha sido China donde ha alcanzado gran importancia, alrededor del mundo se han registrado 1,048 usos diferentes del bambú en procesos industriales.
Por esta razón se le conoce como “la planta de los mil usos” ya que del bambú se obtiene alimento, ropa, material para construcción, celulosa para papel y medicinas; además, igual que otras plantas, protege el suelo y captura dióxido de carbono.
Esta sorprendente planta pertenece a la familia de las gramíneas, igual que los cereales (avena, maíz, trigo y arroz), los forrajes, la caña de azúcar y otros pastos. Su altura puede ser desde unos centímetros hasta 40 metros.
Casi todos los bambúes son erectos, aunque algunas especies tienen tallos flexionados en las puntas, unos crecen en forma aglutinada, formando espesuras impenetrables y otros en forma lineal.
En el planeta existen mil 200 especies y 90 géneros de bambú, distribuidas en los cinco continentes, se asocian principalmente en áreas tropicales y subtropicales, solamente en Europa no existen especies nativas.
En América se tienen identificadas 345 especies, distribuidas desde el sur de Estados Unidos, pasando por México, a lo largo y ancho de Centroamérica, en las Islas del Caribe y en América del Sur hasta el sur de Chile.