Este miércoles entró en vigor una nueva ley en el estado de Texas firmada por el gobernador republicano Greg Abbott, misma que prohíbe practicar el aborto una vez que se pueda detectar el latido del feto, lo que ocurre alrededor de las seis semanas de gestación.
La aplicación de esta ley, representa la restricción más radical al derecho al aborto en los Estados Unidos desde la decisión Roe V. Wade del tribunal superior con la que se legalizó el aborto en todo el país en el año de 1973.
La ley permite a los ciudadanos privados puedan entablar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada que busca un aborto en violación de dicha prohibición. Este inusual esquema de aplicación de la ley, beneficiará a aquel que demande con éxito a otra persona y tendrá derecho al menos 10 mil dólares.
Sin embargo, la Suprema Corte Suprema de Estados Unidos, aún tiene que actuar sobre una apelación de emergencia para suspender dicha ley.
Las clínicas de abortos piden la intervención de la Corte Suprema argumentando que la ley descartaría el 85% de los abortos en Texas lo que forzaría el cierre de muchas de ellas.
Por otro lado, clínicas como Planned Parenthood, ya ha dejado de programar abortos más allá de las seis semanas de gestación.
Los legisladores de Texas también discuten en una sesión especial nuevas restricciones sobre el la interrupción del embarazo con píldoras. Este método representa aproximadamente el 40% de los abortos en todo el país.
Al menos otros 12 estados han promulgado prohibiciones sobre el aborto al principio del embarazo, pero se ha bloqueado la entrada en vigor de todos.