En la presentación del libro ‘A la mitad del camino‘, de el presidente Andrés Manuel López Obrador, relata la sugerencia en tono de broma que le hizo la vicepresidenta de E.U, Kamala Harris, para definir el posible comprador del polémico avión presidencial adquirido en los sexenios anteriores y valorado en 125 millones de dólares.
Según afirma el presidente en la publicación, Harris le sugirió que ofreciera el Boeing 787-8 Dreamliner, comprado en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y utilizado durante el de Enrique Peña Nieto (2012-2018), “a uno de esos multimillonarios que ahora están organizando viajes al espacio y cobran 250.000 dólares por persona“.
En el comentario realizado durante la visita oficial de el pasado junio de este año, la vicepresidenta estadounidense se refirió a los magnates Jeff Bezos, Richard Branson y Elon Musk, que se disputan la llamada ‘carrera espacial’ de multimillonarios.
La aeronave, concebida para vuelos de cinco horas como mínimo, tiene costos de traslado muy elevados.
Todo tema que gira en torno del avión presidencial genera controversia debido a que ha sido considerado como un símbolo de la corrupción en el país latinoamericano.
En 2020 se llevó a cabo su “rifa” simbólica y la lujosa aeronave no quedó en manos de nadie, sino que se entregó dinero a varios ganadores, y los fondos obtenidos se destinaron a programas de salud.