#VientoAFavor – Defendamos lo que nos pertenece (2.0)

Debido a que Cadena Política está en constante mejora, al migrar a un nuevo servidor se perdió la columna de hace una semana, por ello, y para que no se disipe el hilo de mi argumentación les dejo dicha entrega.

Me permito realizar un par de adendas que buscan fortalecer las ideas planteadas. Al final el objetivo es el mismo: dejar claro que los mexicanos no la estamos pasando bien, que urge diagnóstico, horizonte y valentía para crear una agenda estratégica en la que todas y todos quepamos y seamos protagonistas de la misma. Necesitamos abrazar un futuro viable ante tanto miedo e incertidumbre. Urge iniciar ya.

….

México atraviesa por cinco crisis simultáneas; pobreza, economía, salud, seguridad y gobernanza. La unión de estas crisis desatendidas, sin lugar a dudas, acrecentará la brecha de desigualdad, negándole un futuro a los mexicanos.

Adenda: La (nula) respuesta del Gobierno mexicano ante la crisis Covid permitió que se acrecentaran los problemas que veníamos arrastrando, convirtiendo una crisis en cinco. Sin lugar a dudas lo más trágico es la pérdida de vidas, pero a medida que se supere este virus, lo preocupante será el retroceso que habremos sufrido en función de, en palabras del Premio Nobel de Economía Amartya Sen, las capacidades y libertades; es decir, tras este punto de quiebre mundial, una gran cantidad de personas habrán perdido posibilidades de hacer y ser, habremos perdido futuro.

¿Qué hacer? ¿lamentarnos? ¿no hacer nada? ¿seguir cayendo en la trampa del autócrata de Palacio Nacional que día a día busca descalificar a quien no piensa como él o distrayéndonos con puestas en escena que ya rayan en lo psicológicamente preocupante?

La respuesta es un contundente ¡No! Nuestra vocación democrática y la fuerza de nuestra generación nos obliga a seguir denunciando el desprecio por la ley y las instituciones, a levantarnos y seguir adelante. Para hacerlo propongo un sendero: apostar por nosotros mismos, por el diálogo, por nuestra capacidad de creación y por nuestros valores y principios.

El camino es crear, todos juntos, una agenda que distinga entre el “qué está ocurriendo” y el “por qué ocurre lo que ocurre”, que diagnostique las múltiples enfermedades que aquejan al Estado mexicano y, defina a corto y mediano plazo los remedios urgentes.

Para ello se requieren, a mi parecer, de dos condiciones; que sea construida de manera incluyente, con la mayor cantidad de ciudadanos, partidos políticos, academia y sectores ocupados por esta apremiante situación y, la segunda es que dicha agenda se cimiente en la idea que se deben respetar las ideas ajenas, que es fundamental dialogar antes que condenar, sólo así, entre todos, podremos superar la división entre hermanos y tener una nación donde todos quepamos.

La herramienta principal para esto que propongo es la negociación, el llegar a acuerdos y honrar la palabra. No es un camino novedoso, pero sí una vía urgente en un momento en el que el país está retrocediendo en todos los ámbitos de una manera preocupante.

Adenda: Afirmo que no es un camino novedoso pues la vía del acuerdo ha estado, afortunadamente, muy arraigado a nuestra historia política moderna, sin embargo, me referiré a los últimos dos intentos exitosos que desembocaron en consensos:

  1. La Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos, con la que, tras la traumática elección de 2006, permitió sentar a negociar a actores profundamente confrontados (PAN vs. PRD), permitiendo paz y gobernabilidad en el país.
  2. El Pacto por México, demostró que un Presidente no requería tener mayoría abrumadora en el Congreso para lograr las reformas necesarias y largamente esperadas, tan sólo necesitaba dialogar, negociar y cumplir la palabra. Se suele menospreciar este esfuerzo, pero fue la primera ocasión en la que todas las fuerzas políticas lograron sentarse y generar productos legislativos relevantes. De paso, y aunque pocos quieren recordarlo, permitió dar cauce a un claro malestar de los ciudadanos con sus políticos porque no generaban acuerdos.

 Sobre el retroceso:

Debemos estar insatisfechos con el rumbo del país, así como con el deterioro de nuestra circunstancia del día a día. Sirvan dos datos:

De acuerdo con el Coneval, 3.8 millones de mexicanos, que pertenecían a las clases medias, pasaron en 2020 a la pobreza. En 2008 el 44.4% de la población era pobre, pero en 2018 bajó a 42%; hoy, en 2020 regresamos al 44%. Es decir, en tan sólo dos años perdimos lo que se había avanzado en diez.

Hoy, al menos 2.6 millones de mexicanos se encuentran desempleados, es decir, una tasa de 4.4%, respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), en 2018 estaba en 3.6%.

Finalmente…

Los dictadores, muy a pesar de lo que ellos crean, no son eternos ni les pertenece el Estado, por ello, independientemente de una eventual revocación de mandato o los próximos procesos electorales, los ciudadanos debemos estar listos para retomar el control del destino de nuestro país dejando atrás distracciones, odios, fanatismos, “otros datos” y cálculos políticos personales.

El tiempo para la reflexión y construcción apremia. Que sea en favor de México.

 Posdata: Debido a que iniciaré la Maestría en Administración Electoral y por respeto a ustedes y al compromiso que implica dicho posgrado y este espacio, estas entregas serán cada 15 días. De corazón, muchas gracias a todas y todos que se toman minutos muy valiosos de su tiempo para leerme. ¡Reciban un gran abrazo!

*Politólogo (UAEMéx), Maestro en Gobierno y Políticas Públicas (UP), con estudios de Doctorado en Administración Pública (Anáhuac). Director General de Ventum Consultores.

TW: @RICARDONAHUM   IG: ricardonahum    FB: ricardonahum1

Deja un comentario