Red pública – La revocación de la carta

 

Edgar Mereles.

 

 

 

 

 

“Ay vida
Dime que no es cierto
Que tu me has escrito.
Esta carta
Fatal.”

Fragmento del bolero

“Carta Fatal”

Carlos Crespo.

 

Sí, sí es cierto, yo la vi, la leí; muchos más la vieron y la leyeron, fue en una conferencia matutina organizada por la dirección de comunicación social de la Presidencia de la República. Y sí, si es cierto, yo lo ví, estaba ahí, de pie, leyendo el decálogo de la Secretaría de Educación Pública mientras escuchaba a la profesora Delfina Gómez Álvarez, ahí estaba el Ciudadano Presidente de la República, inquilino del National Palace, Andrés Manuel López Obrador.

¿Pero qué sucedió después?

Se vino un maremoto de críticas negativas en contra del texto oficial que palabras menos, palabras más, decía que las autoridades educativas no asumían responsabilidad alguna si una alumna o alumno iba contagiado de Covid19 o contagiaba a los demás. Fue de tal tamaño la ola de reclamos, mentadas y ayes del dolor que provocó dicha epístola oficial, que, en cuestión de horas se retiró semejante documento de la estrategia de retorno a la normalidad en el próximo ciclo escolar.

Pero eso no es lo grave, finalmente las autoridades educativas fueron sensibles al malestar social y dieron marcha atrás a su iniciativa, lo grave y vergonzoso es que el Jefe Máximo de la Cuatroteologísta administración declaró, que ni sabía de esa carta, que fueron gente de abajo, del subterráneo del poder, del subsuelo del Palacio quienes sin derechos adquiridos se dieron a la tarea de tener semejante iniciativa.

Pero por si poco fuera esto, acusó de que la difusión del multicitado escrito fue una maniobra más de los mezquinos y antipatriotas periodistas y reporteros que lo inventaron, lo publicaron y lo difundieron frente a las narices de un gobierno que no ve, no oye, no habla, no entiende ni comprende para que está ahí.

Es el colmo de la ficción política, ni a Luis Spota se le hubiera ocurrido, en una de sus magistrales novelas políticas, que el personaje “Aurelio Gomez-Anda” hubiera tenido semejante comportamiento y actitud. Sí señora y señor lector, estamos en un mundo al revés, donde el gobierno hace mal, se desdice y después culpa a sus adversarios virtuales.

El tema se presta a la burla y la hilaridad popular, estamos frente a un personaje que supera a todos los que se hayan escrito en cuanta novela se haya podido imaginar. Andrés Manuel dejó de ser, lo que sólo el enamorado de Noroña ve, para terminar en la parodia de una revista de carpa.

Lo siento mucho porque fui educado para respetar a las autoridades de mi país: al profesor, el policía, la doctora, el funcionario público de todos los niveles. Pero López ha masacrado a la investidura de la Primera Magistratura de la Nación.

Este domingo no tengo más que decir. Por eso la revocación del mandato, en este caso, es inútil, innecesaria, prescindible. Obrador ha hecho el trabajo perfecto para que día a día, su mandato se vaya revocando.

Son bien sabidas las opiniones en los pasillos, oficinas, comedores, etcétera de que algunos integrantes del gabinete han optado por darle por su lado al primer ciudadano y evitar estar discutiendo necedades.

Un ejemplo de esta actitud política, es la reunión que la regente de la ciudad, Sheinbaum, celebró a finales de junio con sus allegados y alejados para instruirlos que el discurso anti clase mediero de López Obrador, no se replicaría en boca de ningun funcionario, legislador y dirigente de Morena, por lo menos, en la ciudad de los palacios.

Así las cosas con este gobierno. Sin embargo para éste político quijotesco, aún hay molinos contra quiénes luchar: el INE y el TEPJF.

¡Contra ellos, Sancho Panza!

Desde algún lugar del Valle del Mezquital, 21 de agosto del 2021.

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