Sube Banco de México la tasa a 4.50%; anticipa inflación de 5.7% anual

  • La Junta de Gobierno de Banco de México ha decidido aumentar la tasa de fondeo interbancario en un cuarto de punto para dejarla en 4.50%, nivel que no se había registrado desde agosto del año pasado.

Esto sería el segundo incremento consecutivo de 25 puntos base, en una decisión que fue tomada por mayoría de forma subsecuente y con dos votos en contra, de los subgobernadores Galia Borja y Gerardo Esquivel.

Según la información de expectativas que incluyeron por primera vez en el comunicado del anuncio monetario, Banco de México anticipa una variación anual de 5.7% en el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para el cierre de este año. La proyección se encuentra arriba de 4.81% previsto por ellos mismos en junio, cuando divulgaron el Informe Trimestral.

En el comunicado del quinto anuncio monetario del año, Banco de México identificó cinco riesgos al alza para la inflación: presiones inflacionarias externas; presiones de costos; persistencia en la inflación subyacente; depreciación cambiaria y aumentos en los precios de agropecuarios.

Detallaron que “la inflación global y las afectaciones en las cadenas de suministro y en los procesos productivos de diversos bienes y servicios han presionado a la inflación general y a la subyacente, que registraron tasas anuales de 5.81 y 4.66% en julio, respectivamente”.

Precios no volátiles también presionados
En el mismo comunicado, advirtieron que las expectativas de inflación general y subyacente en el 2021 volvieron a aumentar y las de mediano y largo plazos se mantuvieron relativamente estables, en niveles superiores a la meta.

Para la inflación subyacente pronostican que promediará 5% al cierre del año; estimación que está arriba de 3.9% anticipado por Banco de México hace dos meses.

Desde Filadelfia, Alfredo Coutiño, director de análisis para América Latina en la consultoría Moody´s Analytics, dice que “la impresión que queda es que la inflación ha tenido un componente más persistente que transitorio y por sus expectativas se alcanza a ver que ni Banco de México espera que ceda en lo que resta del año”.

La inflación subyacente es la medición de productos, bienes y servicios cuyos precios no suelen verse afectados por estacionalidad o volatilidad.

De acuerdo con Joan Domene, economista senior de Oxford Economics, al mantenerse la inflación subyacente al alza durante ocho meses consecutivos, “lo que nos dice es que incluso los precios menos sensibles a choques temporales ya se están acelerando”.

Ciclo alcista no limita recuperación
Los estrategas consultados coincidieron en que el tono del comunicado indica un ciclo alcista de tasas que no es restrictivo ni descarrilará la recuperación.

Aún si la tasa nominal llega a 6%, se estará “normalizando” la política monetaria, es decir “la estarían llevando a un terreno neutral” que reconocerá en efecto las presiones que está reflejando la inflación y una recuperación económica en marcha, aunque no sincronizada, explicó Coutiño.

Desde su perspectiva, ante una economía que está en recuperación, “el banco central debe tener la habilidad de retirar el estímulo cuando ya no se necesita. Si no lo hace y acelera la recuperación económica, se generara presión en la inflación, como está sucediendo ahora”.

En este punto es que “más aumentos en la tasa dejan atrás la política estimulativa pero no es restrictiva. Simplemente permite a la economía crecer de forma natural”.

La subdirectora de análisis económico en Monex, Janneth Quiroz, acotó que el hecho de no tener una Junta de Gobierno más alineada en la decisión es una señal menos hawkish que de entrada provocó un movimiento abrupto en el tipo de cambio que es una variable muy sensible.

Desde Nueva York, Joel Virgen, estratega del videoblog especializado Out of the Box Economics, explica que la composición del voto en la Junta de Gobierno del banco central, tres a favor y dos en contra, genera cierta incertidumbre ante un panorama de inflación más presionado.

Hasta el 2023, inflación en el objetivo

El Banco de México estima que será hasta el primer trimestre del 2023, cuando la inflación regresará al nivel objetivo de 3 por ciento.

Estas expectativas revisadas son parte de los cambios en comunicación y transparencia que anunció recientemente el Banco de México, pues anteriormente las expectativas se conocían cuatro veces al año, en los Informes Trimestrales.

Para el director para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, “la veracidad del pronóstico depende de las acciones monetarias para que disminuya la inflación. Por lo tanto, si no se conocen estas acciones, no pasa de ser un estimado más en el mercado (…) La veracidad de ese pronóstico depende de las acciones monetarias contempladas para la disminución, lo cual continúa reservándose como un secreto”.

Joel Virgen, estratega del videoblog Out of the Box Economics, consideró que el cambio en la comunicación no es igual a transparencia. “No resulta en automático un mejor entendimiento de la toma de decisiones de la Junta. Son cambios bienvenidos pero detonan más preguntas que aportaciones a decisiones del entendimiento”.

“Si viene el ajuste en estimados de inflación y no está acompañado del plan de vuelo de la política monetaria”, dijo, no hay forma de predecir la trayectoria de las variables.

Para marco Oviedo, economista independiente, “la publicación de pronósticos de inflación permite anticipar que seguirán las alzas de tasas hasta diciembre”.

Desde su perspectiva, al anticipar la convergencia hasta el 2023, es claro que seguirán aplicando una estrategia alcista.

La subdirectora de análisis económico en Monex, Janneth Quiroz, destaca la mención sobre el subíndice subyacente que señala la persistencia como uno de principales factores de riesgo para la inflación en adelante.

 

 

Con información del Economista

Deja un comentario