Ya han pasado más de dos años desde que el poder ciudadano consiguió que el Congreso de la Ciudad de México prohibiera la comercialización y distribución de diversos plásticos de un sólo uso, en primer lugar las bolsas de plástico. Sin embargo, aún esta prohibición no se materializa en el día a día de la ciudad, lo que hace que la contaminación plástica siga siendo una de las grandes emergencias medioambientales que enfrenta el planeta.
En este blog queremos recordarte algunos datos sobre por qué debemos decirle adiós a las bolsas de plástico:
- Por su proliferación, las bolsas son consideradas de los plásticos más problemáticos
Se estima que cada año a nivel mundial se consume de uno a cinco mil millones de bolsas de plástico, lo que equivale a casi 10 millones de bolsas de plástico por minuto. Si se ataran unas a otras, le darían la vuelta al mundo siete veces por hora y cubrirían un área el doble del tamaño de Francia, de acuerdo con datos del sitio electrónico “El mundo cuenta”, retomados por las Naciones Unidas en su informe “Plásticos de un solo uso. Una hoja de ruta para su sostenibilidad”.
Un estudio de Greenpeace México de 2020 encontró que de los residuos plásticos hallados en las costas de ocho áreas naturales protegidas mexicanas (superficie, columna de agua y fondo marino), 8% corresponde a bolsas. Lo anterior hace a este artículo el de mayor presencia entre los residuos hallados, superando a las botellas (6%), a los equipos de pesca (6%), a las tapas (7%), a las etiquetas de productos alimenticios y bebidas (4%) y a los desechables de unicel (1%) (el 59% de las piezas fueron fragmentos no identificables y el 9% otros tipos de plásticos).
Estas cifras muestran cómo las bolsas plásticas, debido a su uso extendido, generan grandes cantidades de residuos que inundan nuestros ecosistemas.
- Tardan en degradarse más de un siglo
Los plásticos de un sólo uso tienen una vida útil efímera pero como desechos generan por años enormes cantidades de contaminación. Si bien no hay estimaciones exactas, de acuerdo con el informe de la ONU previamente citado, las bolsas de plástico tardan miles de años en descomponerse.
Otro informe de Greenpeace asegura que aunque existen aproximaciones sobre cuánto podrían tardar algunos productos en degradarse, éstas son hechas a partir de pruebas de laboratorio que se establecen con determinadas condiciones de presión, temperatura, humedad, entre otras variables. Bajo estas condiciones se determinó que una bolsa plástica de polietileno de baja densidad podría demorar 150 años en degradarse, lo que dependerá de su grosor, tamaño, incluso color.
- Amenazan la vida marina
De acuerdo con datos contenidos en el informe “El impacto de la contaminación por plástico en Áreas Naturales Protegidas mexicanas”, que elaboró Greenpeace, se calcula que cada año mueren por esta causa más de cien mil mamíferos marinos, más de un millón de aves marinas, así como una de cada tres tortugas marinas, además de otras especies que se ven afectadas por modelos de producción y consumo que urge extirpar de raíz.
Asimismo, en un estudio sobre el impacto de la contaminación por microplásticos en peces de México que elaboró Greenpeace, también se documentó que en México uno de cada cinco pescados de valor comercial contiene microplásticos en sus vísceras, lo que en consecuencia podría afectar la salud de las personas y las fuentes de trabajo basadas en el turismo y la pesca, etc.
- Son difíciles de reciclar
Mientras en México hubo entre 2001 y 2012 hubo un incremento del 232% de residuos plásticos, se observó que a nivel nacional más del 90 por ciento de éstos no han sido reciclados, de acuerdo con el informe “Reciclar, la falacia de la industria en la lucha contra la contaminación plástica”, de Greenpeace. Lo anterior muestra que aunque un producto plástico sea reciclable, como las bolsas, en la práctica esto no garantiza que en efecto llegue a reciclarse.
El reciclaje es importante pero no es lo que va a solucionar la contaminación plástica, ya que los porcentajes de reciclaje en el mundo (9%) y en México (6.07%) son muy bajos. Por ello, es importante reducir nuestro consumo en lugar de apostar por soluciones post-consumo que solo buscan gestionar residuos ya generados. No olvidemos que el mejor residuos es el que no se genera.
- Agravan desastres sociales
De acuerdo con las Naciones Unidas, debido a su ligereza y diseño globular, las bolsas de plástico son fácilmente llevadas por el aire hasta terminar en la tierra y el mar. Las bolsas de plástico pueden bloquear las vías fluviales y agravar los desastres sociales. En 1988, las deficiencias en el alcantarillado producto de desagües tapados por los desechos de bolsas de plástico contribuyeron a devastadoras inundaciones en Bangladesh, causando varios muertos mientras que dos tercios del país fuera sumergido bajo agua.
Fuente: Green Peace México