El Partido Verde Ecologista de México reitera que jamás realizó contratación o pago alguno, por sí ni por terceras personas, a ningún ciudadano o influencer (cuántos seguidores debe tener una persona para ser considerada influencer) para hablar bien de este instituto político durante el pasado proceso electoral.
Lamentamos que el INE haya decidido sancionar a este instituto político, sin siquiera haber acreditado la contratación de influencers o la realización del pago o pagos señalados a los mismos, que incluso, cabe mencionar, de haber sido recibidos se hubieran tenido que reportar a la autoridad hacendaria.
La determinación de la autoridad electoral en contra del Partido Verde reitera el sesgo considerable que existe en torno al uso de las redes sociales, no quedando claro quién o quiénes pueden utilizarlas y con qué fin, pues cabe recordar que existieron campañas abiertas durante la veda electoral sobre el voto útil, que claramente fueron orquestadas para beneficiar al PAN el día de la elección, y esas no están siendo valoradas en toda su dimensión.
Asimismo, es pertinente que la autoridad electoral defina a las o las figuras que considera en el rango de Influencer, y con base en qué características, es decir, si ello deriva de su oficio o profesión, de su grado de actividad o de un número específico de seguidores, entre otras cuestiones, pues cabe resaltar que el día de las votaciones muchos ciudadanos, incluídos algunos candidatos, expresaron su opinión, preferencia y hasta evidenciaron su voto a través de sus redes, en favor de diferentes partidos políticos, y el INE ha decidido considerar sólo a aquellos que expresaron su simpatía por el Partido Verde.
Si las reglas fueran claras y parejas, el INE habría tenido que multar a todos partidos y los ciudadanos que el día de las elecciones mostraron su preferencia política, lo cual sería lamentable, pues hablaría de que en nuestro país el derecho a la libertad de expresión es limitado y que de hoy en adelante todo lo que se exprese a través de cualquier canal de comunicación, así sea personal, será considerado como acto y/o gasto de campaña para el partido en cuestión.
No obstante, al día de hoy, lo que las personas opinen o expresen a través de sus perfiles sociales sigue estando en el marco de su derecho a la libre expresión, pues dichas plataformas son un espacio libre y, hasta no haber una regulación y reglas claras en la materia, ninguna opinión emitida a través de esos canales de comunicación, a favor o en contra de alguna institución o figura política, debería ser causa o motivo de sanción.
Celebramos que México siga siendo un país libre y aunque, lamentablemente, el alcance de aquello no regulado haya dado pie a la polémica que hoy nos envuelve, seguimos creyendo en un país con libertad de expresión.