Vivimos en una sociedad totalmente dependiente de la tecnología por lo que nuestra información empresarial y personal está expuesta ante posibles ataques cibernéticos.
Realmente no existe una fórmula mágica que permita estar protegidos al 100% pero sí que se puede poner difícil el camino a los atacantes. Hay que tener en cuenta que incluso las grandes empresas multinacionales han sufrido daños debido a vulnerabilidades desconocidas.
Con el uso de las redes sociales la frecuencia de ataques personales se ha incrementado en los últimos años. Es un sector donde las personas se exponen demasiado y bajan la guardia pues se sienten dentro de una zona de confort. No deja de ser un lugar tan proclive a sufrir ataques como otro cualquiera.
¿Qué pasos mínimos hay que seguir para prevenir un ataque?
1. Proteger los equipos
Cualquier dispositivo electrónico que se tenga en casa o la oficina debe estar completamente actualizado. Las clásicas actualizaciones del sistema pueden ser molestas pero son fundamentales pues muchas corrigen agujeros de seguridad. Además debe contarse con antivirus y antimalware que sean avalados por la comunidad a la hora de detectar archivos maliciosos.
2. Contraseñas fuertes
Ni el nombre de nuestros hijos, ni el de nuestra mascota, ni el equipo de fútbol favorito. Por supuesto no poner sólo números y que encima estén relacionados con la contraseña de otro tipo de cuenta como puede ser la bancaria. Siempre hay que combinar números, letras mayúsculas, minúsculas y símbolos. De esta forma es más difícil conseguirlas y que no aparezcan en librerías estándar.
3. Utilizar protocolos de seguridad
Es un paso imprescindible pues de lo contrario las transferencias de archivos a un servidor pueden volverse completamente vulnerables. Si además se accede o se mandan datos a través de fuentes desconocidas o sitios de poca confianza se está facilitando el ciberataque.
4. Comprobar la autenticidad de enlaces y perfiles
Es muy común sufrir ataques a través de phishing mediante el cual se intenta adquirir información confidencial de forma fraudulenta, normalmente a través del email. Hoy en día en las redes sociales se crean perfiles falsos para captar estos datos, sobre todo por medio de cuentas no oficiales de empresas con el fin de engañar.
5. Evitar dar datos personales
Principalmente en las propias redes sociales y en cualquier tipo de página web que no sea de fiar. Lo recomendable es sólo utilizarlos cuando sea indispensable, pero aún así grandes compañías han sufrido el robo de información de sus clientes por lo que no hay una seguridad máxima para esta cuestión. También hay que tener constancia de con quién compartimos nuestra información en la red, sea a través de imágenes o texto.
6. No descargar contenido pirata
En la red son numerosas las opciones para bajar software o archivos multimedia con la mejor música o películas. Son una fuente propicia para intentar colocar programas maliciosos en el sistema y así poder realizar un ataque. Incluso aunque la descarga sea legal es necesario comprobar previamente que el sitio web no es sospechoso.
7. Realizar una copia de seguridad
Es algo fundamental pues si sufrimos algún tipo de ataque o tenemos algún problema siempre podremos recuperar la información perdida. En un primer momento puede que provoque pereza hacerla pero a la larga se agradece tener ese respaldo.
8. Denunciar a las autoridades
Siempre que nos encontremos con un contenido que no sea adecuado o con una página que pueda suponer un riesgo para el usuario lo mejor es denunciarlo a la policía o cuerpos encargados de este tipo de procesos. De lo contrario se está permitiendo que sigan operando contra el sistema cibernético.