En política y en la vida nadie gana ni pierde para siempre, sin embargo a unos días de la más grande elección que ha vivido nuestro país, es menester hacer un corte de caja, entender la lección de la elección ¿Quién ganó? y ¿Quién perdió? en este complejo proceso.
En un primer lugar debemos decir que ganaron los ciudadanos de a pie, esos rostros de la comunidad que regalaron su tiempo y confiaron en el proceso electoral, esos vecinos que le entregaron su domingo a México, ellos por supuesto que ganaron; de igual forma, un actor que también sale fortalecido es el INE, este órgano constitucional autónomo que paso días aciagos y bajo un permanente asedio gubernamental, sale fortalecido y con su confianza intacta.
Gana la democracia ya que a pesar de que vivimos el proceso electoral más complejo y violento, los conflictos durante la jornada fueron menores, se contaron todos los votos sin incidentes graves, nuestra institucionalidad resistió, y se respaldó con una amplia participación ciudadana, algo inusual para una elección intermedia.
Sale tablas Acción Nacional ya que conserva Chihuahua y Querétaro, pero pierde Baja California Sur, y Nayarit, también amplía sus legisladores federales, y de la mano de la Alianza con el PRI y un PRD desdibujado, se posiciona en alcaldías importantes con triunfos de resonancia nacional, queda claro que este partido será sin lugar a dudas referente de la oposición en los días por venir.
Pierde el PRD quien se desdibuja del escenario electoral, Morena le ha quitado a muchos de sus referentes y es acompañante testimonial de los triunfos de la Alianza opositora de la que forma parte, al perder Michoacán solo le queda Quintana Roo que tiene un gobernador emanado de una Alianza en la que el PRD fue parte. MC y el Verde deberán ser juzgados por su actuar legislativo y ejercicio de gobierno ya que cada uno se alzó con una Gubernatura.
Pierde el PRI aunque no lo acepte y busque refugiarse en su Alianza, ya que fue derrotado en las 8 gubernaturas que tenía en su poder, paso de 12 a tan sólo 4, hoy gobierna en: Hidalgo, Oaxaca, Coahuila y el Estado de México, entidad donde el Gobernador Alfredo del Mazo levanta la mano como un eficaz operador y uno de los pocos priistas que puede presumir blasones de triunfo. No así el líder del partido Alito, quien fue vapuleado en su tierra natal y entrega malos resultados a sus militantes, tocará al priismo traer a cuentas a su dirigente, ya que 30 o 40 diputados federales de más, son magros resultados para un partido de la dimensión del PRI.
Gana Morena en su expansión territorial, se lleva 11 de 15 gubernaturas y será mayoría en 19 congresos estatales, hoy contará con 16 Gobernadores y mal que bien continua en un proceso de avance y consolidación nacional, si bien sufre un tremendo revés en su otrora bastión que es la CDMX y en zonas metropolitanas del país, no es cosa menor que aún con la pésima gestión de la crisis y la pandemia, Morena obtiene la mayoría en la Cámara de Diputados y junto con sus aliados podrá seguir controlando el presupuesto federal, lo que incluye las principales obras y ocurrencias del Presidente López Obrador, así que no caigamos en el discurso de victoria de la Alianza opositora misma que deberá consolidarse para plantar cara en el legislativo.
El punto fino es: Hay un nuevo reacomodo institucional, con nuevos equilibrios y prioridades; la sucesión ha arrancado y algunos de los preferidos hoy están literalmente derrumbados y muy vapuleados, nuevos actores deberán asumirse, sumarse o sumirse en estos momentos.