Tarjeta de crédito para estudiantes, ¿cómo obtenerlas?

Las tarjetas de crédito son herramientas financieras que funcionan a la vez como método de pago e instrumento financiero. En el primer caso, ofrecen una línea de crédito revolvente; es decir, una cantidad de dinero que se renueva a medida que se cumple con los pagos y que puede servir para comprar algún producto o servicio; mientras que en el segundo escenario, el plástico ayuda a generar historial crediticio.

Las instituciones bancarias ofrecen algunos productos que incentivan la inclusión financiera de las y los jóvenes; entre estas opciones se encuentran las tarjetas de crédito para estudiantes. Este tipo de plásticos están diseñados para las necesidades de personas que están estudiando o que acaban de obtener su primer trabajo y, por ende, sus primeros ingresos.

¿Cómo funciona una tarjeta de crédito para estudiantes?

Como este tipo de tarjetas están enfocadas en un perfil de estudiante universitario, su límite de crédito no es tan alto. Sin embargo, es común ver que los bancos tengan algún convenio con las universidades para ofrecer estos servicios.

Los requisitos para sacar el plástico varían de una institución a otra, pero por lo general se solicita una identificación oficial vigente, comprobante de domicilio, algún documento que avale tu estatus de estudiante en activo e ingresos mínimos, entre mil 500 y 6 mil pesos mensuales, según el banco.

Estas tarjetas de crédito pueden tener comisiones por reposición de plástico, pago tardío, disposición de efectivo y anualidad. A pesar de que su límite no es tan amplio, puede ayudarte a pagar materiales para la escuela, comidas y salidas para entretenimiento, además de generar historial crediticio.

De acuerdo con cifras de Coru, el 30 por ciento de las y los usuarios de tarjetas de crédito dentro del grupo de 18 y 24 años retiran efectivo de este tipo de productos, mientras que casi el 30 por ciento paga su tarjeta de crédito en su totalidad. Aproximadamente solo el 20% de los tarjetahabientes jóvenes han tenido que pagar intereses al menos una vez.

“A través de esta herramienta un joven puede iniciar su vida financiera y comenzar a generar su historial crediticio. Contar con un buen historial puede facilitar la aprobación de un préstamo en el futuro”, indica el  CEO de Coru.

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