En la conferencia intitulada “La Participación de las Mujeres Indígenas en las Elecciones”, la embajadora de buena voluntad de la UNESCO, hizo referencia a la brecha de desigualdad que existe, basada en la distinción de género, ya que ha prevalecido el dominio de los varones en los ámbitos social, económico y político.
De todas las diferencias en las sociedades desiguales ya sea por condiciones raciales, religiosas, económicas, educativas y culturales, tecnológicas, etc., las de género son las que más violentan a la mujer.
Debemos tomar acciones constantes y dar pasos firmes para transitar, y llegar a consolidar sociedades más justas e igualitarias, alejadas de todo sistema patriarcal.
La galardonada con el Premio Príncipe de Asturias refirió que todo estado democrático debe fomentar acciones con el objetivo de lograr erradicar la discriminación social, a través de: brindar acceso a la educación universal, sin distingo de género; apertura al mercado laboral, en condiciones de igualdad de capacidades; garantizar el derecho a la salud sexual y reproductiva; pugnar por una vida libre de violencia y discriminación; promover políticas públicas con perspectiva de género; impulsar desde la familia y la escuela un nuevo orden de convivencia social, basado en el respeto, el cariño y el apoyo mutuo de géneros; aplicar, adecuadamente, la normatividad penal, en relación al feminicidio; consolidarla participación política de las mujeres en la vida democrática del país.
Finalizó destacó la importancia de la complementariedad, del sentimiento humano, de procurar en todo momento, un profundo humanismo en las nuevas generaciones, y poner alto al racismo, y a la exclusión.