• El incremento del comercio de productos eleva riesgos de transmisión de contaminantes perjudiciales para la salud humana.
• Ambos países cuentan con programas de monitoreo de residuos, y laboratorios de primer nivel para la identificación y rastreabilidad de contaminantes físicos, químicos y bacteriológicos.
Con el objetivo de fortalecer la inocuidad de los alimentos que comercializan México y Canadá, funcionarios de ambos países y representantes de sus sectores productivos intercambiaron conocimientos y experiencias sobre regulación, capacidad de vigilancia de contaminantes y sistemas de análisis microbiológicos.
En seminario virtual, organizado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA, por sus siglas en inglés), se contó con la participación de más de 400 asistentes, principalmente del sector productivo.
En el encuentro, la directora general de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera del Senasica, Amada Vélez Méndez, destacó que el ejercicio permite a ambas dependencias detectar áreas de oportunidad para mejorar su servicio y al mismo tiempo ayuda a los productores a conocer las regulaciones que tienen que cumplir para exportar sus alimentos.
Indicó que en la medida que el comercio mundial de alimentos ha crecido, en niveles sin precedentes, se deben reforzar las medidas para evitar incrementen los casos de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Es por eso, agregó, que el organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la CFIA trabajan con responsabilidades compartidas y esfuerzos conjuntos para mantener a los productos agropecuarios, acuícolas y pesqueros, libres de agentes físicos, químicos o microbiológicos que pudieran poner en riesgo la salud humana.
El director de Inocuidad Agroalimentaria, Operación Orgánica y Plaguicidas de Uso Agrícola del Senasica, José Luis Lara de la Cruz, explicó que la administración federal opera dos programas nacionales de monitoreo de contaminantes, uno enfocado en la prevención de residuos tóxicos en productos cárnicos, acuícolas y pesqueros, y otro en los de residuos de plaguicidas en vegetales.
Señaló que los programas brindan información de incidentes y la localización de casos con presencia de contaminantes en alimentos durante el proceso primario, lo que permite la detección de sustancias prohibidas y restringidas, a fin de establecer oportunamente medidas preventivas y correctivas.
La directora del Centro Nacional de Referencia de Plaguicidas y Contaminantes del organismo de Agricultura, Mayrén Zamora Nava, explicó que las muestras que toman los técnicos mexicanos son analizadas en laboratorios especializados del Senasica, en los cuales se detectan, identifican y cuantifican los residuos de plaguicidas y patógenos.
Por parte del gobierno canadiense, el encargado de microbiología de los alimentos para la CFIA, Stan Gagnon, explicó que la vigilancia en ese país se divide en monitoreo aleatorio, el cual recaba información sobre los niveles de organismos patógenos que puede contener un alimento.
Especificó que el monitoreo dirigido es muy útil cuando existe sospecha de contaminación, en tanto que el monitoreo especial, se realiza ante el reporte de enfermedades.
En el mismo sentido, el líder de Políticas y Programas de Inocuidad Alimentaria de la CFIA, Chris Coulis, precisó que la agencia canadiense concede licencias a los productores y comercializadores para demostrar la responsabilidad de inocuidad alimentaria y rastrea los alimentos para asegurar una respuesta oportuna si se detecta un problema que pudiera poner en riesgo la salud de las personas.
Canadá es el tercer socio comercial de México, con un valor anual de comercio por 784 millones de dólares, generados por las exportación de productos como aguacate, frutillas, jitomate, pimiento, brócoli, col y coliflor, chocolate, pepino, mango, azúcar, carne de bovino y amaranto, entre otros.