Michael Collins, astronauta estadounidense miembro del Apolo 11, primera misión tripulada a la Luna, murió de cáncer el miércoles a los 90 años: era el piloto y su función fue permanecer en órbita, para que Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieran en los primeros hombres en caminar sobre el satélite natural.
La noticia fue dada por la familia deMichael Collins a través de un comunicado difundido en Twitter: “Siempre enfrentó desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó éste, su desafío final, de la misma manera”. Se trata de una partida que pondrá en luto a todo Estados Unidos, dada su historia en el Apolo 11.
“No olvidaremos su agudo ingenio, sereno sentido del deber y mirada de sabiduría adquirida al volver a la Tierra desde el espacio. Siempre observó las tranquilas aguas desde su barco de pesca”
A pesar de su edad, Michael Collins era, en años recientes, el más activo de los veteranos del Apolo 11, y el que evocaba de manera más poética sus recuerdos de la aventura lunar: “Cuando partimos y la vimos, oh, qué esfera tan increíble”, dijo en 2019, a propósito de conmemorarse el 50 aniversario del hito espacial.
Fue nombrado subsecretario de Estado para Asuntos Públicos por el presidente Richard Nixon. Luego dirigió la construcción del National Air and Space Museum en Washington, siendo presidente entre 1971 y 1978.