Existen muchos mitos alrededor del cáncer, dentro de los que se encuentran su imposibilidad de curación y su vinculación con una muerte segura. También, se le ha atribuido, erróneamente, poder mutágeno a ciertas radiaciones no ionizantes, como las de telefonía y de redes eléctricas.
¿Qué es el cáncer?
El término cáncer incluye a un gran grupo de enfermedades en las que se da un desarrollo de células anormales que se dividen, crecen y diseminan por el organismo, pudiendo afectar a cualquier parte del cuerpo.
En base a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial, esta es una de las principales causas de muerte, responsable de unos 10 millones de fallecimientos en el 2020.
Según datos proporcionados por el Instituto de Estadística y Geografía de México (INEGUI), entre enero y agosto de 2020 se registraron 60 421 defunciones debidas a tumores malignos, que corresponden al 9 % del total de muertes reportadas.
Desmitificando conceptos
1- El cáncer representa una sentencia de muerte
Esto no es así, pues, aunque existan desalentadoras estadísticas que indican una alta mortalidad, esta patología no siempre es terminal.
Los descubrimientos científicos aumentan el conocimiento, mejoran los tratamientos, las tasas de recuperación y la sobrevida.
También, hay que aclarar que las tasas de supervivencia varían significativamente según el tipo de tumor, pues difieren enormemente en cuanto a su grado de agresividad y al estadio en el que es detectado y tratado.
Es el caso del Reino Unido, la tasa de supervivencia del cáncer de testículo es del 98%, mientras que el de páncreas es de apenas del 1%.
2- El cáncer se contagia
Esta enfermedad no se puede contagiar a otras personas. Sin embargo, algunos virus que causan enfermedades de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH), pueden originar cáncer cervicouterino, mientras que las hepatitis B y C pueden ser cancerígenas para el hígado.
3- Los teléfonos móviles causan cáncer
Hasta la fecha, no existe evidencia de que los teléfonos celulares causen tumores malignos. Una de las razones que fomentó este mito es que estos dispositivos emiten radiación de radiofrecuencia (ondas de radio), de baja energía, que es una forma de radiación no ionizante, la que es absorbida por el cuerpo.
Por el contrario, lo que sí se sabe es que la exposición a la radiación ionizante, como los rayos X, aumenta el riesgo de neoplasias malignas.
4- Las redes de tendido eléctrico causan cáncer
Los campos magnéticos de frecuencia extremadamente baja (ELF) producidos por las redes eléctricas no son ionizantes, por lo que no son cancerígenas.
Sin embargo, la Sociedad Estadounidense del Cáncer aclara que algunos estudios han observado un ligero aumento en el riesgo de padecer leucemia en los niños que viven cerca de tendidos eléctricos de alto voltaje, razones que no están claras.
5- Los edulcorantes artificiales causan cáncer
Hasta la fecha, no existe evidencia confiable de que los edulcorantes artificiales incrementen el riesgo de desarrollar carcinomas.
Esta idea quedó debido a que unos de los primeros estudios mostraron que el ciclamato de sodio, en combinación con la sacarina, causaba tumores cancerosos en la vejiga en animales de laboratorio.
Sin en cambio, los estudios llevados a cabo con posterioridad no han proporcionado una evidencia clara de una asociación con malignidades en humanos.
De igual forma, un estudio que buscaba una asociación entre esta patología y el consumo del aspartamo no encontró vínculos entre su ingesta y el linfoma, la leucemia o las neoplasias cerebrales.
6- La cirugía de un tumor causa la diseminación del cáncer
Este mito es parcialmente verdadero, pues, en algunas ocasiones, la cirugía de los tumores cancerígenos puede hacer que sus células se propaguen. De todos modos, es algo raro y se podría deber a las punciones al obtener biopsias, las que quizás «siembran» células cancerígenas en otras ubicaciones.
7- Los medicamentos herbales pueden curar el cáncer
No existe evidencia de que haya medicamentos a base de hierbas que puedan servir para tratar y, aún menos, curar esta enfermedad.
El hecho de que algo sea «natural» no significa que sea seguro; es más, algunos productos herbales pueden dañar la salud de una persona, como, por ejemplo, la hierba de San Juan, que algunos usan para la depresión. Esta puede interferir en la efectividad de medicamentos usados por los pacientes oncológicos.
Por lo tanto, este tipo de pacientes deben hablar con su médico sobre los suplementos y las vitaminas antes de ingerirlos, porque pueden ser perjudiciales.
8- El cáncer se hereda
La mayoría de los casos de tumores malignos se deben a una acumulación de mutaciones genéticas que, al llegar a un nivel crítico irreparable, puede manifestarse en neoplasias malignas.
Sin embargo, existe una minoría que se transmite genéticamente de padres a hijos, la que se estima entre el 3 y el 10 %.
Debido al aumento de las probabilidades de desarrollar neoplasias malignas a medida que se envejece, al contar con una población más longeva, es más común tener algunos parientes que desarrollen tumores malignos.
9- El cáncer siempre regresa
Las mejoras continuas en las terapias oncológicas actuales han llegado a curar algunos tipos de neoplasias malignas por completo.
Como existen diferentes tipos, también hay períodos distintos de remisión asociados, lo que hace que sea muy difícil para los pacientes saber cuándo están realmente «curados» o si aún presentan un riesgo elevado de recurrencia.
10- No existe cura para el cáncer
En relación al punto anterior, a medida que la ciencia médica esclarece los mecanismos etiopatogénicos detrás de las neoplasias malignas, se desarrollan tratamientos cada vez más efectivos.
Existen algunos cánceres, como el testicular y el de tiroides, que tienen una tasa de curación del 60 %, mientras que el de mama, próstata y vejiga exhiben una tasa de curación de alrededor del 50 %.
Aún en casos de cánceres avanzados o metastásicos, existen nuevas terapias efectivas, como la inmunoterapia, en la que hasta el 40 % de los pacientes con melanoma en etapa 4 son curables.
Cada vez hay más descubrimientos con ayuda de aplicaciones terapéuticas para avanzar en la lucha contra esta temida enfermedad.