Los pueblos mayas tzotziles, en la segunda Semana Santa bajo la pandemia Covid-19, no han dejado de orar y realizar actividades ceremoniales como la procesión llevada a cabo este Jueves Santo en el suroriental estado de Chiapas.
En la antigua población de San Bartolomé de los Llanos, conocida hoy como Venustiano Carranza, aproximadamente un centenar de indígenas tzotziles celebró su tradicional y particular ceremonia, llevada a cabo de un modo que recuerda a las procesiones españolas.
“Venustiano Carranza es demasiado religioso, es creyente. Es la única festividad donde indígenas y mestizos se unen para trascender en lo espiritual”, habitante de Venustiano Carranza y maestra de profesión, para justificar el rito.
A Jesús de Nazaret no lo representa una persona, como es habitual en México, sino una imagen de madera de más de 100 años que aproximadamente mide un metro y medio.
Un grupo de personas va cargando con ella por el día, durante el recorrido de las siete caídas.