@Tobetogonzalez
La sabiduría popular es grande, y más cuando se nos presenta como citas, dichos o refranes, hoy compartiré un par para ejemplificar lo que nos está pasando en estos días, será acaso que todo tiempo pasado fue mejor o nunca imaginamos que podríamos estar peor, ese es el dilema.
A unos días de que el pueblo bueno de México le propinara sendos golpes de realidad al Presidente López Obrador tanto por no alcanzar el número de firmas necesarias para someter a consulta el enjuiciar o no a los Ex presidentes de México, por chusco que esto parezca, ya que la aplicación de la Ley no se consulta, si hay pruebas que se hagan valer y si no las hay como parece ser el caso, pues hágase un escandalo y un escarnio para distraer la atención, y es el caso que así de enredado esta todo y pues el resultado es que no se alcanzó el numero de firmas y se asoma un espejismo de alta popularidad en el que al Ejecutivo no le dan las cifras, tanto así que tal y como la Ley lo estipula, pues el mismo tuvo que presentar al Senado la pregunta que en breve deberá de calificar como procedente o no la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Otro golpe más de cruda realidad se lo llevo el Presidente al pasar saliva y hacer circo maroma y teatro ya que ante la poca participación del pueblo bueno, el Gobierno tuviese que comprar los pocos boletos que se vendieron o se permutaron para la rifa de la no rifa de un avión que no es rifa de un avión sino de montos aportados por el Gobierno para cumplir con su obligación de dotar de servicios de salud a la población mexicana, una ocurrencia disfrazada de negligencia, oportunismo y revancha con los molinos del pasado, un pasado que ya no alcanza para justificar las pifias, ni los errores que a diario se multiplican, y apenas llevamos 22 meses de gobierno, y los que faltan. La Rifa del no avión de nuevo dejo mal parado al Gobierno Federal que en su afán de evidenciar lujos y corrupción se evidenció como un pésimo operador de ocurrencias presidenciales.
Es el caso que México recién celebro su Independencia de una forma no muy feliz, con unos teatros montados y anclados en el pasado para distraernos de un presente en zozobra, con muchas asignaturas pendientes, la fatídica violencia a la que no debemos acostumbrarnos, una pandemia no controlada, con una economía colgada en alfileres y un cierre de año que pinta harto difícil, ojalá el rostro adusto del Presidente de México el pasado 15 de Septiembre, presagie un cambio en algún rubro, son tantos los que lo necesitan que por alguno debe de empezar, pero tal vez más tolerancia y menos confrontación pudiesen ser un buen comienzo para el futuro.
El punto fino es: Tan malos los excesos de un pasado, como malos son los que ahora gobiernan por ocurrencias y a quienes la historia no les dará tregua y pondrá a la altura o mucho peor de aquellos a quienes juzgan y denostan. O como dice ese dicho tan mexicano; siembra tormentas, y cosecharás tempestades.