De acuerdo al informe “Avance Físico y Financiero de los Programas Presupuestales Enero-Mayo 2020”, elaborado por la SHCP, los recursos destinados a la promoción del Ejecutivo creció en 41 millones de pesos.
Para ese rubro el presupuesto original asignado a la Secretaría de Gobernación en los cinco primeros meses del año era de 31.2 millones, pero en los hechos se elevó a 72 millones de pesos, más del doble.
El recurso se destinó en el capítulo de producción de programas informativos de radio y televisión, para la promoción del Ejecutivo Federal.
En cambio, otros rubros de carácter social que dependen de esa dependencia sufrieron caídas considerables. Esto a pesar de que en el discurso se dice otra cosa.
La mayor reducción se dio en el rubro de “Determinación, ejecución y seguimiento a las acciones de búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas” que pasó de 262.8 millones de pesos a 186.6 que son 76.2 millones menos.
El gobierno reconoce que uno de los grandes problemas del país es el número de los desaparecidos, pero en los hechos se reduce en poco más de 30 % al rubro destinado a este fin.
“Promover la atención y la prevención de la violencia contra las mujeres” también cae y pasa de 300 millones a 288.8 millones. Que son 11.2 millones menos en un momento que crece la violencia intrafamiliar y el número de los feminicidios.
Sufre también una reducción el apartado “Protección y defensa de los derechos humanos” que se reduce de 439.7 millones a 436.8 millones y también “Promover la protección de los Derechos Humanos y prevenir la discriminación” que de 160.7 millones pasa a 157.5 millones.
Esto a pesar de que todo señala que es necesario destinar más recursos a los rubros relacionados con los Derechos Humanos. La decisión resulta inexplicable.
El apartado “Coordinación con instancias del Sistema Nacional de Protección integral de Niñas, Niños y Adolescente” también tiene una caída del presupuesto.
“Atención a refugiados en el país” vive también una reducción al pasar de 47.4 millones a 42.5 millones.
Todos estos capítulos no deberían sufrir recortes y en todo caso sí crecer, para elevar la capacidad de atención a la infancia, la adolescencia, las mujeres, las familias de los desaparecidos, los refugiados y los Derechos Humanos.
Los gobiernos señalan sus prioridades en la medida que invierten recursos en los distintos programas y por la vía de los hechos, no de los discursos, muestra que estos sectores de la población no son su prioridad, pero sí la promoción de la imagen del presidente.
El recorte a este tipo de programas sociales que dependen de la SEGOB y el aumento al gasto de promoción del presidente se expresan también el presupuesto 2021 que se acaba de dar a conocer. Todos los días la realidad contradice al discurso.
Twitter: @RubenAguilar