- La dirigencia que encabezó Polevnsky pagó 395 millones de pesos a un empresario amigo suyo para hacer remodelaciones de edificios inexistentes y otros servicios no cumplidos.
Ciudad de México— El pleito entre los dirigentes de Morena escaló tras la decisión de la actual presidencia de Alfonso Ramírez Cuéllar de denunciar a su antecesora Yeidckol Polevnsky por pagar contratos millonarios por obras no realizadas.
La denuncia será interpuesta la próxima semana con el propósito de recuperar el monto del presunto desfalco.
Los contratos pactados por Yeidckol Polevnsky, en su calidad de presidenta del partido, fueron con dos filiales de Grupo EBOR, cuyo dueño Enrique Borbolla García, es amigo de la dirigente.
Una de esas filiales fue constituida meses antes de obtener el contrato y ahora no reporta actividad financiera.
Dos acuerdos, suscritos el 29 de diciembre del año pasado, fueron para realizar adaptaciones, construcciones, remodelaciones y suministro de mobiliario y accesorios para oficinas regionales. También para equipos de cómputo y sistemas para seguridad de las oficinas de la dirigencia nacional.
Sin embargo, ninguno de los trabajos se ha llevado a cabo.
Hasta ese momento, Morena no tenía ningún inmueble comprado, pero pagó por anticipado 312 millones 445 mil pesos a Inmobiliaria Moscati de Querétaro S.A. de C. V. y 82 millones 555 mil pesos a Estrada Miranda Proyecto y Construcción S. A. de C. V.
En 2014, Borbolla fue a prisión luego de participar en la compra de un avión para el Gobierno de Quintana Roo, que encabezaba Roberto Borge, aunque la nave nunca fue entregada.
Los contratos con Morena son exactamente iguales, sólo cambia el nombre de la empresa y los montos. En ellos se afirma que el partido compraría inmuebles en todo el País, los cuales requerirían mantenimiento.
Funcionarios del CEN de Morena que indagan esta situación contactaron a las empresas involucradas pero los representantes legales afirman, que se negaron “a dar la cara”, por lo que al acercarse la fecha de vencimiento de los acuerdos, la dirigencia demandará, por la vía mercantil, a los involucrados.