Retenida sin pruebas: adulta mayor enfrenta trato injusto tras olvidar su teléfono

Ciudad de México. Lo que debía ser una escala tranquila tras un vuelo, se convirtió en una experiencia humillante e indignante para una mujer de la tercera edad en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), luego de ser detenida por presuntamente “robar” su propio teléfono celular.

El periodista Ignacio Gómez Villaseñor denunció públicamente el incidente ocurrido hace unos días, señalando que su madre, de 72 años, fue injustamente retenida por personal del aeropuerto, sin posibilidad de comunicarse con familiares o autoridades, todo por intentar recuperar un dispositivo que había olvidado momentos antes en un sanitario.

Según el relato del comunicador, tras aterrizar en la capital, su madre sufrió una caída dentro de las instalaciones del AICM. Al dirigirse al baño para revisarse, fue atendida por un paramédico. En medio de la confusión del momento, la mujer olvidó su celular en el lugar.

Al salir del baño, una llamada de su hijo le permitió percatarse del olvido, por lo que regresó rápidamente para recuperarlo. Fue en ese momento cuando fue interceptada por un supuesto elemento de seguridad que la acusó de intento de robo, argumentando que no podía demostrar que el dispositivo le pertenecía.

La mujer fue retenida por casi una hora, de pie, sin derecho a sentarse ni a comunicarse con nadie. Su hijo, al notar lo que estaba ocurriendo, tuvo que recurrir al personal de la Marina que opera en el aeropuerto para intervenir. Sin embargo, al tratar de identificar al presunto agente de seguridad involucrado, descubrieron que la persona señalada simplemente “no existe” en los registros.

“Hasta el momento, ninguna autoridad del aeropuerto ha respondido. Nadie me ha explicado quién fue esta persona que retuvo a mi mamá”, declaró Gómez Villaseñor en entrevista para Imagen Noticias, al tiempo que manifestó su intención de emprender acciones legales ante lo que califica como una situación “sumamente grave”.

El caso ha encendido una vez más las alarmas sobre la actuación del personal de seguridad en el AICM, y plantea serias preguntas sobre los protocolos de atención a pasajeros, en especial a los adultos mayores, que son un sector vulnerable y que merecen un trato digno y humano.