En el marco del ciclo “Derechos Humanos en la Práctica”, se llevó a cabo la conferencia “Y el tren era un monstruo. Infancias en tránsito por México”, un espacio de reflexión profunda sobre la dura realidad que enfrentan niñas, niños y adolescentes migrantes al cruzar el territorio mexicano.
El evento contó con la destacada participación de la Dra. Lucía Cristina Ortiz Domínguez, especialista en temas de niñez, migración y derechos humanos. Estudiantes, académicos y personal de la Universidad Estatal del Valle de Toluca asistieron a esta actividad que buscó visibilizar uno de los fenómenos más urgentes y complejos en la agenda nacional.
Infancias migrantes: vulnerabilidad y esperanza
Durante la conferencia, se abordaron los múltiples riesgos que enfrentan los menores migrantes, desde la violencia, la trata de personas, hasta la falta de acceso a servicios básicos como salud, educación y protección jurídica. La Dra. Ortiz Domínguez subrayó la necesidad de adoptar un enfoque integral que priorice los derechos de la infancia migrante, por encima de políticas restrictivas o meramente administrativas.
“Las niñas y los niños que migran no lo hacen por gusto; lo hacen por necesidad. Y muchas veces lo hacen solos, enfrentando peligros que ningún ser humano debería vivir, menos aún un menor de edad”, expresó la experta durante su intervención.
Urge una política pública con enfoque humanitario
El foro también permitió abrir un diálogo entre los asistentes sobre la necesidad de repensar las políticas públicas migratorias en México, con un enfoque centrado en los derechos humanos y la dignidad de las personas en movilidad. Se destacó la importancia de implementar medidas que garanticen protección, acompañamiento y asistencia humanitaria, especialmente para los menores no acompañados.
Universidad comprometida con los derechos humanos
La Universidad Estatal del Valle de Toluca reafirmó su compromiso con la formación de ciudadanos críticos y sensibles ante las problemáticas sociales actuales. Actividades como esta conferencia refuerzan su papel como espacio de diálogo y aprendizaje, donde los derechos humanos son eje fundamental de la formación académica.
La participación activa de estudiantes y docentes demostró el interés por generar conciencia sobre los desafíos que viven las infancias en tránsito, así como el compromiso por construir un país más justo e incluyente.