La Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, encabezó el primer Lectódromo en el Zócalo capitalino, que se convirtió en “un espacio para escucharnos, para leer, para reivindicar al libro, para hacer un homenaje a la lectura”.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Libro, la mandataria local señaló que dicha iniciativa, en la que participaron escritoras, escritores, funcionarios públicos y ciudadanía, tiene como objetivo promover el amor por los libros y el ejercicio colectivo de la lectura en voz alta.
Por ello, destacó la importancia de fomentar el hábito de la lectura como una herramienta de transformación social y democrática en esta “gran Ciudad de México que lee, porque una sociedad que lee es una sociedad que piensa, con democracia y que lucha por la justicia”.
Ante más de 10 mil personas, entre ellas figuras del ámbito cultural, legisladoras y legisladores locales, Brugada Molina subrayó el papel de la capital como un referente literario en el país.
“Esta ciudad, que es capital de todos los mexicanos, es una de las capitales más culturales del país y del mundo. Y también es una de las grandes capitales literarias del mundo. Aquí, en esta ciudad, no sólo se lee, aquí se escribe, se edita, se imprimen y se publican grandes obras todos los años”.
Enfatizó que la lectura debe entenderse como un derecho y una forma de resistencia frente al ruido y la prisa de la vida cotidiana: “Promover la lectura en esta ciudad es un acto de continuidad histórica. Leer no es sólo un hábito, es un derecho, es un placer. Y también es un modo de resistencia. En tiempos de ruido. En tiempos de prisa, leer es una forma de escuchar”.
Durante el primer Lectódromo, la mandataria capitalina abrió este ejercicio ciudadano al leer el poema “Desde donde posan las águilas, teniendo como testigos a miles de asistentes congregados en la Plaza de la Constitución.
Y de ahí siguió una estela literaria de lectura. Entre la decena de personas que tomaron el micrófono para esta lectura masiva estuvieron el poeta y escritor mexicano, Mardonio Carballo, quien leyó un poema náhuatl de la Huasteca Veracruzana; el flautista Horacio Franco leyó Narciso de Oscar Wilde; la directora de la Brigada para Leer en Libertad, Paloma Saiz compartió la “Carta a Vala Nureddin” de Nazim Hikmet.
En tanto, la periodista y locutora Fernanda Tapia y el actor Andrés Carreño leyeron una parte de Familias Monstruosas, libro que escribieron juntos; mientras que el escritor y músico Fernando Rivera Calderón compartió Los que sobran, un poema de su autoría.
A su vez, miles de capitalinas y capitalinos leyeron los libros que llevaban consigo, o alguno de los ejemplares que el Fondo de Cultura Económica compartió durante el evento.