El siniestro ocurrió durante las vacaciones escolares, cuando familias de Estambul y Ankara suelen viajar a la región para practicar esquí. Testigos presenciales relataron escenas de desesperación, con algunos huéspedes saltando por las ventanas para escapar del fuego. “Fue terrible, la gente saltaba por las ventanas por miedo a morir”, comentó uno de los testigos, quien también lamentó la falta de extintores en las instalaciones.
A pesar de que más de 30 camiones de bomberos y 28 ambulancias fueron enviados al lugar, las autoridades señalaron que la respuesta fue lenta. En total, 267 efectivos de emergencia fueron desplegados para controlar el incendio.
El hotel fue evacuado, y como medida de precaución, otros hoteles del complejo turístico también fueron desalojados. Los sobrevivientes fueron trasladados a hoteles cercanos en la región de Bolu. La tragedia ha dejado una profunda conmoción en el país.
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