El temporal DANA deja la carretera C-32 impracticable y causa retenciones de kilómetros, obligando a las autoridades a emitir alertas de seguridad y gestionar la emergencia en el Baix Llobregat
Las intensas lluvias derivadas del temporal DANA han paralizado el tránsito en la carretera C-32 a la altura de Castelldefels, Barcelona, provocando retenciones y cortes en la circulación que afectan a cientos de conductores. Según informó el Servei Català de Trànsit (SCT) este lunes a través de su cuenta en la red social X, la acumulación de agua en la vía obligó a detener completamente el flujo vehicular alrededor de las 10:20 horas. La situación se tornó crítica rápidamente, generando atascos de hasta 2 kilómetros en ambos sentidos y afectando tanto a residentes locales como a viajeros que se desplazaban por esta arteria fundamental.
Alerta Temprana en el Baix Llobregat
Desde tempranas horas de la mañana, Protecció Civil de la Generalitat emitió una alerta dirigida a los habitantes de la comarca del Baix Llobregat ante el pronóstico de lluvias intensas. La notificación, que se envió a los dispositivos móviles alrededor de las 8:30 horas, advertía de la alta probabilidad de precipitaciones que podían impactar las carreteras y vías principales de la zona. Esta acción preventiva fue tomada tras los reportes meteorológicos que indicaban la posibilidad de que el temporal afectara de forma significativa el área metropolitana de Barcelona y sus alrededores.
La alerta de Protecció Civil instaba a los ciudadanos a extremar precauciones y evitar, en la medida de lo posible, transitar por zonas con riesgo de inundación. Además, se recomendó a los conductores evitar desplazamientos innecesarios y prestar especial atención a las indicaciones del SCT y de las autoridades locales.
Complicaciones en la C-32 y Zonas Aledañas
La C-32, una de las carreteras más transitadas de la región, se convirtió en un punto crítico debido a la acumulación de agua que dejó sectores completamente intransitables. Las intensas precipitaciones inundaron tramos significativos de la vía en Castelldefels, lo que obligó a los vehículos a detenerse por completo. El SCT anunció el cierre de la carretera alrededor de las 10:20 horas, lo que generó un rápido incremento en las retenciones, llegando a acumular aproximadamente 2 kilómetros de coches en espera.
Conductores y pasajeros se encontraron en medio de una situación caótica y sin alternativas viables para desviar sus trayectos. Las autoridades de tráfico intentaron gestionar la situación, pero la acumulación de vehículos y la falta de rutas alternativas accesibles dificultaron la reubicación del flujo vehicular. A su vez, el SCT utilizó sus canales de comunicación para informar a los automovilistas de la situación y advertirles sobre los peligros de intentar cruzar las zonas anegadas.
Dispositivos de Emergencia y Respuesta de las Autoridades
Frente a la magnitud del evento, Protecció Civil y otros cuerpos de emergencia de la Generalitat se movilizaron para atender las afectaciones en la carretera C-32 y áreas circundantes. Los equipos de rescate trabajaron en coordinación para asegurar la seguridad de los conductores, habilitando puntos de desvío en zonas donde el tráfico aún era viable y realizando labores de drenaje en los sectores más afectados. Sin embargo, las condiciones meteorológicas y la constante llegada de precipitaciones obstaculizaban los esfuerzos de los equipos en tierra.
Además, se dispusieron unidades de asistencia en puntos estratégicos para atender posibles emergencias de salud y auxilio a aquellos atrapados en sus vehículos. Las autoridades instaron a los conductores a mantenerse en sus automóviles mientras se evaluaban las condiciones para una posible reanudación del tránsito.
Consecuencias para la Movilidad en el Área Metropolitana
La interrupción en la C-32 no solo impactó a Castelldefels, sino también a otros municipios del Baix Llobregat y áreas vecinas, afectando a los residentes y trabajadores que dependen de esta vía para sus desplazamientos diarios. La carretera, que conecta la costa con Barcelona y otras localidades, es una de las principales arterias de acceso y su cierre representó un desafío significativo para los servicios de transporte y logística en la región.
En el transporte público, el servicio de autobuses y trenes también experimentó demoras y modificaciones en sus horarios y rutas. Los autobuses que transitaban cerca de la C-32 tuvieron que cambiar sus recorridos para evitar las zonas inundadas, lo cual generó retrasos en el sistema de transporte urbano. Por su parte, algunos tramos ferroviarios del área también enfrentaron complicaciones, intensificando aún más las dificultades para los viajeros.