El asfalto de las calles de Mónaco se convierte en el escenario donde las emociones de la Fórmula 1 alcanzan su punto más álgido este fin de semana. Tras el vertiginoso desenlace en Imola apenas unos días atrás, los equipos y pilotos se adentran en un desafío completamente distinto entre las estrechas barreras de la ciudad estado.
Max Verstappen, líder del campeonato, ha manifestado su preocupación ante el dominio ejercido por Ferrari en el circuito monegasco. Calificando la carrera del domingo como la “primera prueba real” para Red Bull en este tipo de trazado, el piloto neerlandés resaltó la complejidad de negociar los bordillos, sortear los baches y mantener la velocidad en las curvas lentas, aspectos que identifica como áreas clave de mejora respecto al año anterior. Sin embargo, su inicio en los entrenamientos libres no fue tan auspicioso, quedando relegado a la undécima posición durante la primera sesión.
En un intento por encontrar el ritmo adecuado, Verstappen salió a pista en la segunda sesión con neumáticos duros, mientras que otros equipos, incluyendo a Mercedes y Ferrari, optaron por compuestos más blandos. Aunque logró registrar tiempos competitivos, expresó su descontento por la sensación de “saltar por la pista como un canguro”, describiéndolo como una experiencia agotadora y dolorosa.
Sin embargo, los contratiempos no terminaron ahí para el joven piloto. Durante la sesión, Verstappen impactó contra las barreras de seguridad al salir de la curva Mirabeau, viéndose obligado a dirigirse al pitlane para reparaciones. Aunque logró regresar rápidamente a la pista, enfrentó una breve retención detrás de Yuki Tsunoda, gesto que no pasó desapercibido aunque los comisarios optaron por no investigar más a fondo.
Al final de la sesión, Verstappen se ubicó en la cuarta posición, a más de medio segundo del líder, Charles Leclerc de Ferrari, quien dominó la segunda sesión de entrenamientos.
En declaraciones posteriores, Verstappen no pudo ocultar su frustración. Describió la situación como “el peor escenario posible”, lamentando la dificultad para controlar el coche sobre los baches y los bordillos característicos del circuito. Afirmó que, a pesar de poder ajustar la configuración del coche para la clasificación del sábado, la pole position parece estar fuera de su alcance, dada la notable ventaja de Ferrari.
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