Una denuncia de la gimnasta mexicana Elsa García derivó en la suspensión de los entrenadores franceses Eric Demay y Cécile Pellerin Demay, durante dos y un año, respectivamente, quienes la maltrataron física y sicológicamente cuando en 2019 fueron contratados por el presidente de la Federación Mexicana de Gimnasia, Gustavo Salazar, para entrenar a la selección nacional a pesar de sus antecedentes de violencia contra deportistas de otros países.
Asimismo, la GEF multó con 10 mil francos suizos a la Federación Mexicana de Gimnasia (FMG) y le ordenó crear, antes del 31 de diciembre de este año, un protocolo de acción preventiva y correctiva que deberá incluir una evaluación en retrospectiva de lo que hizo mal o dejó de hacer para salvaguardar la integridad de Elsa García.
Este caso comenzó el 21 de noviembre de 2019 cuando la gimnasta regiomontana Elsa García presentó una denuncia a través del portal de internet de la GEF para señalar la mala conducta del matrimonio entre Eric Demay y Cécile Pellerin Demay, quienes fueron contratados en marzo de 2019 con la intención de mejorar el desempeño y prestigio de la selección nacional de gimnasia rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
La GEF llevó a cabo una investigación que duró varios años en los que tomó en cuenta las declaraciones de testigos de nacionalidad mexicana y suiza y de gimnastas y entrenadoras francesas. Con base en lo anterior, la GEF considera que los entrenadores Demay y Pellerin sometieron a las gimnastas a repetidos abusos.
“Eran extremadamente controladores y amenazantes no sólo con la señora García también con su entrenador, el señor José Antonio Martínez Barraza. Además, abusaron verbalmente en repetidas ocasiones, la avergonzaron delante de sus compañeras de equipo y la sometieron a ella y a sus compañeras a un entrenamiento excesivo, sin tener en cuenta las necesidades individuales de las gimnastas y las lesiones que García ya acusaba, poniéndola así en riesgo de sufrir más daños y lesiones”