La presa Villa Victoria muestra signos preocupantes de la severa sequía que azota la región. El litoral se encuentra atestado de desechos, incluyendo basura, animales muertos y objetos diversos. Aunque mantiene un nivel del 30.2 % de su capacidad, el panorama sigue siendo desalentador debido a la presencia constante de residuos.
En Valle de Bravo, la situación es aún más grave. Se evidencian montículos de tierra que antes estaban sumergidos bajo el agua, con una diferencia de aproximadamente 10 metros entre el nivel actual y la capacidad de almacenamiento. Las grietas en el suelo, la tierra cuarteada y el agua verdosa resaltan en este escenario desolador.
La zona conocida como La Cortina presenta condiciones inéditas, con grietas en el suelo, tierra reseca y zonas blandas que se hunden al caminar. El olor fétido del agua y su tonalidad verde son indicativos de la grave situación ambiental que enfrenta la región.
A pesar de mantener sus niveles durante dos semanas, la presa Villa Victoria no escapa a los efectos devastadores de la sequía. La acumulación de basura en sus alrededores es un problema constante, afectando tanto el entorno natural como a la comunidad local.
Las actividades cotidianas también se ven afectadas por la escasez de agua. Las lavanderas acuden con menos frecuencia debido a las bajas temperaturas, y el transporte de agua en botes es menos frecuente que en otras épocas del año.
Según Citlalli Peraza, directora general del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, las precipitaciones en la región han estado significativamente por debajo del promedio, con un déficit del 100 % en las presas. Esta situación plantea un escenario preocupante para el suministro de agua en el futuro cercano.
Habitantes de la región muestran descontento con la situación y con la nula atención que ha recibido la problemática, por parte de las autoridades correspondientes. Se espera que se pueda resolver el problema en el menor tiempo posible, a fin de evitar el aumento de consecuencias.