Por: Azul Etcheverry Aranda
Se celebró hace unas semanas el 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. En este, como acostumbrado, el foro se abre para que los países expresen sus preocupaciones, iniciativas, propuestas e incluso buenas prácticas que deseen compartir con el mundo y puedan así, cooperar para atender de manera conjunta las principales problemáticas mundiales,cada quien aportando desde su contexto social, económico y cultural particular, a esto es a lo que llamamos multilateralismo.
Esto solo es una pequeña parte del gran gigante institucional internacional que es Naciones Unidas, la Asamblea General es el foro principal de la Organización, sin embargo, cuenta con 6 principales órganos y decenas de sub foros que abordan temas diversos como seguridad internacional,salud, educación y cultura, economía, derechos humanos y mantenimiento de paz, entre muchos otros.
El contexto de su creación fue, básicamente, después de la Segunda Guerra Mundial con miras a evitar otro gran conflicto internacional tan devastador. Este objetivo es el pilar para su fundación y por el cual ha recibido muchas críticas, pues los conflictos violentos entre países han seguido surgiendo y muchas veces estos han puesto en juego la paz y seguridad internacionales. Sin embargo es necesario que pongamos esto en el contexto adecuado, la ONU no ha logrado evitar, frenar o terminar los conflictos armados internacionales por falta de voluntad, sino por la misma naturaleza del sistema internacional, anárquico y sin una autoridad supranacional que pueda estar por encima de las soberanías nacionales, pues ningún país permitiría tal cosa.
Si bien sus resoluciones no son obligatorias, no podemos negar que, por ser la organización más importante a nivel internacional, su crecimiento exponencial en membresía y alcances, si tienen un gran peso moral que aunque no tengan consecuencias coercitivas para los países, si las tienen en cuestión de imagen, ningún país quiere ser señalado por hacer o dejar de hacer algo que afecta al orden internacional, pues saben que esto podría aislarlos de oportunidades de cooperación y tener consecuencias incluso económicas, pues los otros no quieren “jugar” o invitar a su grupo a quien no está haciendo las cosas bien.
Naciones Unidas es mucho más que temas de paz, la organización es también ha sido el espacio para que los países fomenten relaciones pacíficas y de cooperación. El párrafo anterior explica las consecuencias negativas pero también, en el caso contrario, la organización es el puente para crear lazos de colaboración que solo pueden gestarse dentro de ella. Pensemos en países pequeños con limitantes en política exterior, Naciones Unidas es la mesa donde pueden sentarse y conocer a potenciales socios que de otra manera sería difícil para ellos alcanzar.
Con la explosión de los medios de comunicación y las redes sociales, el trabajo de la ONU también ha cobrado más importancia en la esfera de la información, la organización cuenta, solo por un ejemplo, con una página web dedicada a la estadística por país, estamos hablando de una recopilación de información y estudio bastante robusta que puede decirle a cada nación donde está parada. Pensémoslo de esta manera chusca, si vinieran seres extraterrestres, nadie podría explicar mejor el mundo más que Naciones Unidas.
En términos políticos, esta organización también es el escenario perfecto para que los países promuevan y defiendan sus intereses nacionales. México es reconocido por la comunidad internacional por una diplomacia de alto nivel, consistente y congruente a lo largo de los años, siempre proactivo que le ha permitido generar alianzas estratégicas que después ha convertido en beneficios económicos o en defensas conjuntas frente a presiones de Estados Unidos.
Solo por citar un par de ejemplos más, pensemos también en las campañas publicitarias de UNICEF para concientizar y cuidar de la niñez y juventudes, campañas de alcance mundial que logran sensibilizarnos a todos. Y para finalizar la gran labor catalizadora y mediadora de la organización para informar oportunamente en la última pandemia y su gran esfuerzo para intentar que las vacunas llegaran a todos.
La cantidad de temas, los beneficios para los países y los años que ha logrado permanecer hablan por sí mismos y nos dejan claro que Naciones Unidas es necesaria y útil para todos, que si bien no fue creada para llevar a la humanidad al cielo al menos puede salvarla del infierno.
