LA RENOVACIÓN EN LA UNAM

Ricardo Homs columnista

Por Ricardo Homs

La historia consigna que al final de la segunda guerra mundial el primer ministro Winston Churchill fue considerado en Gran Bretaña un héroe nacional, pues se le acreditaba haber sido el artífice de la resistencia inglesa mientras Londres sufría los bombardeos nazis.

En 1945, -habiendo concluido la guerra-, de cara a las elecciones para primer ministro se suponía que con ese prestigio y reconocimiento Churchill sería reelecto para un nuevo periodo. Sin embargo, sorpresivamente fue derrotado por Clement Attlee.

Esta página de la historia nos deja una experiencia determinante: los líderes surgen y se consolidan como respuesta al contexto social o político del momento. Churchill era identificado como héroe de guerra y por tanto, el electorado inglés no lo consideraba su mejor opción para liderar la reconstrucción del país.

Fue hasta la siguiente elección, -en 1951-, cuando en un contexto de paz, y sin riesgos, el pueblo inglés le volvió a dar el poder como reconocimiento a su valía.

De este modo podemos evaluar el perfil que debe tener el próximo rector de la UNAM, de acuerdo con el actual contexto político y social de México.

Debemos reconocer que en los tiempos previos a la 4T, -caracterizados por el desarrollo y la evolución del país-, la educación fue fundamental. La visión de los humanistas que llegaron a la rectoría respaldados por el perfil profesional de la medicina significó el engrandecimiento de la UNAM.

En el contexto de la estabilidad política y social que se vivió hasta hace cuatro años, los rectores con el perfil humanista se dedicaron al fortalecimiento de la calidad académica de esta gran casa de estudios, la cual incluso obtuvo reconocimiento internacional, como lo fue el premio Príncipe de Asturias en 2009, considerado como el Premio Nóbel en lengua española.

Por ello la mayor responsabilidad de los rectores era la visión hacia dentro de la institución, focalizando su atención en los asuntos académicos.

En contraste, el actual contexto del país es de alto riesgo, pues desde la 4T hay una cruzada en contra del conocimiento y la educación, con la finalidad de construir una sociedad sumisa y manipulable, a partir de la ideología política promovida por funcionarios públicos de muy pequeño perfil y modestas miras, indignos del legado de Justo Sierra, José Vasconcelos, José María Pino Suárez, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, Ramón López Velarde, Narciso Bassols, Víctor Bravo Ahuja, Jesús Reyes Heroles, e incluso Porfirio Muñoz Ledo, entre otros más que ocuparon la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.

Ésto nos marca la necesidad de un perfil de rector orientado hacia el exterior, hacia la sociedad, asumiendo el reto de liderar la defensa de la educación de calidad, pues la UNAM se debe convertir en el bastión donde el conocimiento universal representa el futuro de México.

Por ello el perfil del nuevo rector debe incluir el conocimiento del derecho, experiencia y sensibilidad política, así como presencia en los medios de comunicación masiva.

Con este perfil surge el actual director de la Facultad de Derecho de la UNAM, doctor Raúl Contreras Bustamante, quien ya está en su segundo periodo en ese cargo y además tiene larga trayectoria publicando semanalmente artículos de opinión en El Excelsior.

El próximo rector tendrá como prioridad la misión de defender la autonomía de la UNAM, y su perfil debe ayudarle a hacerlo con eficiencia.

¿A usted qué le parece?