El organismo australiano encargado de la seguridad en internet ha advertido a Twitter que podría ser multado por no abordar el problema del abuso en su plataforma.
Según la comisionada de ciberseguridad, Julie Inman Grant, quien anteriormente trabajó en Twitter, la compra de la red social por parte de Elon Musk ha coincidido con un aumento en la “toxicidad y el odio”.
Inman Grant afirmó que Twitter es ahora responsable de una de cada tres quejas sobre discursos de odio en línea reportadas en Australia.
La plataforma tiene un plazo de 28 días para resolver el problema o enfrentará multas de hasta 700 mil dólares australianos (USD 475 mil) por cada día de incumplimiento.
Desde que Musk adquirió Twitter en octubre del año pasado, se ha reducido en más del 80% el personal de la compañía en todo el mundo, incluyendo a muchos moderadores de contenido encargados de eliminar el discurso de odio. Esto ha generado preocupación no solo en Australia, sino también en otros lugares, especialmente en las comunidades marginadas que son objeto de ataques en la plataforma.
Australia está liderando los esfuerzos a nivel global para regular las redes sociales, y esta no es la primera vez que Inman Grant señala públicamente a Twitter.
En noviembre pasado, le escribió a Musk expresando su temor de que los recortes de personal dejaran a la empresa incapaz de cumplir con las leyes australianas.
En mayo, el periodista indígena Stan Grant, una figura respetada en los medios de comunicación de Australia, presentó una queja ante Twitter por la “incansable suciedad racial” que enfrenta en la plataforma.
Estos eventos resaltan la creciente preocupación sobre el abuso en línea y la necesidad de que las plataformas de redes sociales asuman la responsabilidad de combatirlo de manera efectiva. A medida que la tecnología avanza, es fundamental que se implementen medidas más sólidas para proteger a los usuarios de los discursos de odio y la toxicidad en línea, especialmente aquellos que son más vulnerables a estos ataques.