En un partido que quedará marcado como un hito en la historia del fútbol de la CONCACAF, Estados Unidos derrotó contundentemente a México por 3-0, asegurando su pase a la final de la CONCACAF Nations League. El encuentro, que se llevó a cabo en Las Vegas, fue testigo de un desempeño desastroso por parte del equipo mexicano, quienes no lograron generar verdadero peligro en el arco rival y se vieron superados en todas las facetas del juego.
Desde el inicio del partido, quedó claro que México no iba a tener su mejor noche. Estados Unidos se mostró sólido y contundente, aprovechando las debilidades defensivas de su oponente. El talentoso Christian Pulisic se destacó al anotar un doblete, mientras que McKennie deleitó al público con sus gestos y Pepi cerró la cuenta para los norteamericanos.
Además de la derrota abrumadora, el partido estuvo marcado por varias trifulcas en el estadio, en las cuales los guardias de seguridad tuvieron que intervenir en múltiples ocasiones. La frustración de los jugadores mexicanos por el resultado y algunas entradas fuertes por parte del equipo estadounidense desencadenaron tensiones y conflictos en el terreno de juego. Como resultado, el duelo terminó con nueve jugadores de cada equipo debido a las expulsiones ocasionadas por las peleas.
El desempeño del equipo mexicano fue calificado como tristísimo, tanto por el resultado en sí como por la forma en que se desarrolló el partido. El conjunto no logró competir de manera efectiva en ningún momento, mostrando debilidades en todas las líneas del campo.
Con esta victoria, Estados Unidos avanza a la final de la CONCACAF Nations League, dejando a México en una posición desalentadora. El equipo mexicano deberá enfrentar una dura reflexión y buscar soluciones para mejorar su desempeño en futuros compromisos internacionales.