Fernando Alberto García Cuevas
Ahora resulta que asistir a la concentración del próximo domingo 26 de febrero en el Zócalo de la ciudad de México asi como en las principales ciudades del país, encuentro que tiene el propósito de expresar la sentida demanda ciudadana de proteger nuestra democracia…«es porque estás defendiendo al corrupto de García Luna».
Por supuesto que las cosas no son así. La declaración es un infundió. Resulta que ésta afirmación es tan grave, como si se dijera que, los asistentes a la concentración que convoca el presidente para el 4 de marzo en el Zócalo, a la conmemorarción del aniversario de la expropiación petrolera, los asistentes, por el solo hecho de asistir, «son culpables de ser cómplices de tiranos, dictadores corruptos y asesinos como los de Nicaragua y Venezuela».
Desde luego que, esto tampoco es cierto.
Todo tipo de infundios y generalidades, son injustas y temerarias.
Luego entonces, es un error insistir desde la presidencia de la República, en una estrategia de comunicación politica plagada de infundios, que se utilizan para descalificar, estigmatizar, ofender y lastimar a millones de personas que no están de acuerdo con lo que está pasando en México, y por supuesto, tienen derecho de expresar sus opiniones pacíficamente.
Las respuestas del gobierno a quienes no estan de acuerdo con alguna postura politica de palacio, no debe ser tan intolerante y agresiva como ha sucedido hasta ahora.
En cuanto a la concentración ciudadana del próximo domingo, me parece, que muchos mexicanos pensamos lo mismo. Respetamos y valoramos a cientos de miles de ciudadanos de conciencia activa, que tomaron la decisión de no permanecer indiferentes, con actitud apática y corrosiva.
En este sentido, «auto silenciarse», al final de cuentas, convierte al individuo, en cómplice imprudencial, de todo mal que ocurre en sociedad.
Los ciudadanos que decidieron participar incluso familiarmente, el próximo 26 de febrero, para expresar sus puntos de vista acerca de los temas más importantes que influyen en la vida nacional, como en este caso, defender nuestra democracia y libertades ciudadanas, merecen todo nuestro respeto y respaldo.
Por último, qué conveniente sería que el gobierno escuchara con atención y respeto todas las voces de la sociedad, afines y discordantes por igual,
contrastar los hechos con lo que piensa el propio gobierno. Considerar todos los puntos de vista que surgen de una sociedad plural y diversas como la nuestra.
Conocer el contenido de todas las voces, enriquece el debate público, generando asi, las condiciones de entendimiento y acuerdo, para resolver y decidir lo mejor para el pais.
Es absurdo entonces, pretender arrinconar a quienes piensan distinto, en un callejón sin salida.
Pretender hacer creer a los ciudadanos, que la concentración del domingo esta motivada por defender a un criminal, es un absurdo y perverso.
Insisto, es indispensable dialogar, intercambiar puntos de vista, consensuar para encontrar los mejores caminos nacionales, que sumen voluntades en todo momento y en todo lugar, colocando por delante, el valor supremo de la nación, el principio que nos unifica, inspira y compromete, que se llama, México.