Mover las operaciones de transporte de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) atenta contra el modelo de negocios, eficiencia y logística de las empresas y con ello toda la cadena de proveeduría, alertaron Air France KLM, Grupo Avianca y Tampa Carga, así como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
A unos días de que el Ejecutivo federal mandó un anteproyecto de decreto a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para cerrar el espacio aéreo de la capital al transporte aéreo de carga por la saturación del AICM, diversas empresas aéreas manifestaron su preocupación por las nuevas disposiciones que plantea instaurar el gobierno federal.
Por ejemplo, Air France KLM señaló que en los últimos años ha invertido una fuerte cantidad de recursos para mejorar su almacén fiscalizado dentro del AICM y con ello ha adquirido fuertes compromisos con sus clientes, que hoy representan el 50% de sus ingresos totales.
“Trasladar nuestras operaciones de carga a un nuevo aeropuerto pone en peligro nuestro modelo de negocio en México. Tenemos fuertes compromisos con nuestros clientes para brindar nuestra solución en el AICM, y también hemos invertido significativamente en nuestro almacén México Cargo Handling en los últimos 15 años. En 2022 se han contratado 100 empleados, y las operaciones de carga representan más del 50% de nuestros ingresos totales”, advirtió.
“Operar en dos aeropuertos diferentes para la actividad de pasajeros y carga definitivamente ocasionaría confusión y costos adicionales en volumen tal que podrían comprometer la viabilidad de nuestras operaciones cargueras a México. Lo anterior produciría a su vez un gran impacto en la fuente de empleo que Air France KLM ofrece con su operación debido a la complejidad adicional para nuestros clientes y el aumento de los costos”, subrayó Guillaume Marsoin, director general de Air France KLM Martinair Cargo en México y director general de México Cargo Handling.
En su anteproyecto de decreto, el gobierno federal plantea que una vez cerradas las operaciones de carga en el AICM, los concesionarios y permisionarios de carga tendrán 90 días para mudar sus instalaciones al AIFA o a otra terminal.
Al respecto, Grupo Avianca señaló que el posible cierre de operaciones cargueras pone en riesgo la eficiencia y competitividad en su compañía y esto puede derivar en un aumento de costos en mercancías y de logística hacia la capital del país.
“La restricción operacional del transporte exclusivo de carga en el aeropuerto Benito Juárez, hará que el volumen de carga transportada en nuestros aviones pierda eficiencia y por tanto competitividad hacia México por el mayor tiempo y costos en su conexión, por lo que es probable que este rubro disminuya el grado de complementariedad al transporte de pasajeros desde y hacia Ciudad de México, en especial cuando las operaciones se consideran en aeronaves de cabina ancha”, señaló la firma aérea.
“Algunos efectos de la restricción sobre esta carga será el incremento en costos del transporte aéreo y almacenamiento de esta carga, aumento en los tiempo de tránsito en Ciudad de México, mayor riesgo de daños o perdida de carga y mercancía por los manejos adicionales y transporte terrestre que ello implica”, agregó.
Grupo Avianca, a su vez, sugirió que en caso de mover las operaciones, se extienda el plazo de mudanza del AIFA de tres meses a un año.
Aerounión, Tampa Cargo y Aerotransportes Mas de Carga se manifestaron en el mismo sentido.
En tanto, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señaló que la entrada en vigor de esta disposición pone en riesgo los acuerdos bilaterales que ha suscrito México ya que dividir las operaciones de carga entre dos aeropuertos puede tener elementos discriminatorios entre aerolíneas de carga y las que realizan servicios híbridos.
“Esta situación, aunada a la imposibilidad de ciertas aerolíneas no poder escoger el aeropuerto al que operan en el territorio mexicano, puede poner en riesgo el cumplimiento de ciertos acuerdos bilaterales, al no permitir la libre y justa competencia y poner en desventaja competitiva a algunos operadores”, expuso la IATA.
De igual forma, indicó que la degradación a la categoría 2 de seguridad aérea impuesta por el gobierno de Estados Unidos a México no hace viable la mudanza de operaciones, pues las aerolíneas cargueras mexicanas no están en condiciones de agregar nuevas rutas hasta no tener aval de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos.
“El movimiento de las operaciones dedicadas de carga no es posible derivado de la degradación de nuestro país a categoría 2, las aerolíneas cargueras mexicanas no están en condiciones de agregar nuevas rutas hasta no recibir una confirmación por escrito de parte de la FAA”.
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