Desde el momento en que la pandemia comenzó, miles de personas incrementaron el uso de consolas con videojuegos que han convertido en su actividad preferida; sin embargo, debido al excesivo tiempo que se pasa delante de la pantalla, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó acerca de las consecuencias que podría tener este acto.
Anteriormente, el debate sobre esta situación dio pie a innumerables análisis ejecutados por distintos organismos científicos o de salud que evaluaron el tema, pero ahora, el pasatiempo de muchos se convirtió en un riesgo que la OMS considera una enfermedad mental.
Adicción a los videojuegos
Si bien es cierto que la tecnología llegó a cambiar la rutina de diferentes sectores, el acelerado avance de los videojuegos que adquieren las nuevas generaciones se presentó hasta llegar a un punto preocupante que ahora se utiliza como un escape de la vida real.
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El pasado 1 de enero, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la OMS determinó que la dependencia a los videojuegos, a partir de esa fecha, es considerado un trastorno adictivo; así lo expuso después de que en 2019 se implementó una revisión que incluyó dos apartados:
- Uso compulsivo de videojuegos en modo online
- Adicción sin necesidad de internet
Según la investigación, ambos trastornos, tanto el online, así como el offline, se exponen con conductas como:
- Poco control sobre el juego
- Prioridad por permanecer en la interacción
- Continuar la rutina de los videojuegos a pesar de las consecuencias
“El comportamiento de juego y otras características normalmente son evidentes durante un periodo de al menos 12 meses para que se asigne un diagnóstico”, concluyó la clasificación de la OMS al resaltar que la duración va de acuerdo a los patrones de conducta.