● El Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra, que tiene entre sus sedes a la UAEM, es uno de los principales centros donde se desarrolla investigación aeroespacial en México.
● Tecnología y conocimiento en materia espacial deben responder a problemas sociales, afirma el investigador de la UNAM, Jorge Alfredo Ferrer Pérez
La tecnología espacial tiene potencial para ser una gran aliada en la resolución y cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y puede aprovecharse particularmente en México, pues la industria del espacio ha crecido de manera significativa, destacó en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), el integrante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Alfredo Ferrer Pérez.
A propósito de la Semana Mundial del Espacio 2021, que organiza la Facultad de Ciencias de la UAEM, el ponente detalló que en México operan tres laboratorios nacionales que desarrollan investigación aeroespacial, uno de ellos el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT), que tiene entre sus sedes a la Facultad de Geografía de la Autónoma mexiquense.
Al dictar la ponencia “Retos para Desarrollar Tecnología Espacial en México”, de manera virtual, el investigador destacó que actualmente 18 entidades del país cuentan con especialistas en materia espacial, por lo que subrayó la necesidad de generar conocimiento en esta área a través de las universidades y centros de investigación, así como de las instituciones gubernamentales.
El también miembro del Laboratorio Nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), indicó que cada vez más hay compañías y universidades que están interesadas en impulsar el sector aeroespacial en nuestro país, donde a través de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y el CONACyT se ha desarrollado infraestructura e investigación en esta área.
Sin embargo, enfatizó que la tecnología y ciencia aeroespacial en México se enfrenta a grandes retos, ya que debe responder a las necesidades sociales de su población, como la mejora de sistemas de redes para la educación y salud, o el desarrollo de tecnología nacional propia, para crear un sistema de alerta temprana que permita proyectar soluciones a problemas nacionales.