En el mundo existen más de 80 culturas que usan lenguajes silbados para comunicarse a largas distancias. Este fenómeno ha atraído la atención de un equipo de científicos, que cree que algunos de ellos pueden servir como modelo para descifrar cómo se comunican los delfines.
Los lenguajes silbados se desarrollaron principalmente en lugares en los que la población vive en tierras escarpadas y montañosas, donde los silbidos de alta frecuencia logran viajar a distancias mucho más largas que el habla convencional e incluso que los gritos.
Esta idea no es nueva, fue expresada por primera vez en la década de 1960, detalla EurekAlert, pero recientemente dio pie a un estudio a gran escala que busca indagar las posibles conexiones entre las comunicaciones por silbidos de humanos y de delfines mulares.
Por supuesto, ambos sistemas de comunicación difieren en muchos aspectos, como, por ejemplo, sus mecanismos de producción, la naturaleza de la información codificada o el entorno del medio en el que se utilizan (aire y agua).
Pero los lenguajes de silbidos de humanos y delfines, dos especies altamente sociales con un gran volumen cerebral, guardan parecidos en parámetros acústicos y sirven al propósito común de comunicarse a distancia en entornos naturales. Estas similitudes proporcionan una posibilidad biológica y ecológica para comparar ambos sistemas, lo cual abre interesantes perspectivas para comprender los mensajes que se intercambian los delfines mulares, sostiene el estudio.