Por: Ricardo Nahúm de la Puente Navarrete
Año y medio de pandemia. Seguramente, igual que todos, ya estás cansado de los cuidados y restricciones que ha traído consigo, sin embargo, hoy es de vida o muerte tener claro que la pesadilla continúa y lo peor está por venir.
No se trata de ser catastrofistas, pero ya lo dijo el principal consejero médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, y lo expresó sin rodeos en el programa This Week, de ABC: “Viene dolor y sufrimiento. Las cosas van a empeorar”.
Eso en Estados Unidos, ahora imaginen en un país donde todavía se minimiza la crisis, siguen siendo inexplicablemente torpes, centralistas, irresponsables y poco profesionales. Y lo más criminal de todo lo anterior es que nuestras autoridades federales se dieron el lujo de ser omisos en lo principal: no hicieron nada para frenar la transmisión y ello ha permitido que el virus mute y se propague.
Al día de hoy existen varias mutaciones, pero la especialmente preocupante es la variante Delta (India), ya que el Covid original contagiaba en promedio a tres personas por cada infectado, Delta contagia a nueve.
Es verdad que se están aplicando varias vacunas, las cuales tienen cierto grado de eficacia (ninguna nos protege del contagio al 100%), pero es importante que no nos olvidemos que, aunque no enfermemos gravemente, podemos seguir contagiando a los que están a nuestro alrededor, haciendo de esto, un cuento de nunca acabar.
La Tercera Ola llegó.
Ayer la Secretaría de Salud federal informó que se registraron 21 mil 569 nuevos casos confirmados de COVID. Dato que por sí solo no nos dice mucho, pero resulta abrumador si contemplamos que la cifra más alta que se ha registrado en México fue el 21 de enero pasado con 22,339 casos, es decir, el “pico” de inicios de año será nada en comparación a lo que se viene.
Ante ello, me permito replicar varias recomendaciones, que hace a diario la Dra. en Ciencias Médicas por Harvard, Laurie Ann Ximénez-Fyvie (@lximenezfyvie) con quien hace un par de semanas tuve la oportunidad de platicar (https://fb.watch/7cpazF4Q1e/) Seguro estoy que al aplicarlas se podrán salvar vidas. Cada contagio que prevenimos hoy significa vidas que no se perderán mañana.
• Evitar aglomeraciones, quedarse en casa quienes puedan hacerlo, pero si salen, usen correctamente el cubrebocas (de preferencia el Kn95, en caso contrario doble cubrebocas).
• Estar siempre en lugares con amplia ventilación, abrir todas las ventanas posibles.
• Vacunarse
• Aislarse si se contagian y comunicarlo a todos aquellos que compartieron espacios contigo.
Una luz al final del túnel.
A mi generación y los todavía más jóvenes: recuerden que eso somos, jóvenes, no inmortales. No juguemos con las probabilidades, piensa en los demás y en que a todos conviene se acabe lo antes posible esta pesadilla y sólo sucederá si se rompen las cadenas de transmisión.
A los ciudadanos en general: hay que seguir insistiendo a nuestras autoridades que traten el tema con seriedad y con bases científicas, con demagogia no se enfrenta el problema y con la vida no se juega.
Me despido con unas palabras de la Dra. Ximénez-Fyvie: “Vendrán tiempos mejores. Volveremos a abrazarnos, a reunirnos y a sonreír juntos. El sentimiento de angustia e incertidumbre irá pasando. Recogeremos los pedazos y volveremos a construir lo que se haya roto. Encontrémonos todavía aquí del otro lado.”
¡Cuídense!
*Politólogo (UAEMéx), Maestro en Gobierno y Políticas Públicas (UP), con estudios de Doctorado en Administración Pública (Anáhuac). Director General de Ventum Consultores.
TW: @RICARDONAHUM IG: ricardonahum FB: ricardonahum1
