Un ataque perpetrado con un misil ocasionó un incendio la madrugada de este miércoles en el Hospital Central de Asadabad, en Afganistán. De momento, se sospecha que la ofensiva fue lanzada por los talibanes, informa Reuters.
El establecimiento sufrió graves daños y las vacunas anticovid que había en el lugar quedaron destruidas, así como otros suministros médicos cruciales.
Un exportavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la República Islámica de Afganistán, Kabir Haqmal, recurrió a Twitter para informar sobre el ataque al hospital y afirmó que el grupo terrorista de los talibanes con frecuencia ataca a instalaciones civiles y espacios públicos para “causar daño a personas inocentes”.
Sin embargo, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, ha negado cualquier responsabilidad de su grupo.
Por su parte, la Policía local considera que las municiones fueron disparadas desde las montañas. Si bien no se han reportado víctimas, el daño financiero incurrido, así como la pérdida de vacunas, es significativo.
Según un funcionario de salud de la región, Aziz Safai, “diferentes tipos de vacunas, incluidas las dosis destinadas a combatir el covid-19, fueron destruidas en el incendio”. El ataque al hospital supone un duro golpe para la ya retrasada campaña de vacunación contra el coronavirus en el país sudasiático, con solo el 0,9 % de la población completamente vacunada.
Hasta esta jornada, se han registrado casi 108.000 casos de covid-19 en Afganistán desde el inicio de la pandemia y 4.366 muertes. Sin embargo, se sospecha que las cifras reales son mucho más altas.
El país ha dependido en gran medida de las donaciones de AstraZeneca de la India y ha comprado las vacunas de Sinopharm de China.
El incidente se produjo en medio del avance significativo del movimiento islamista en la nación. El 20 de junio se informó que los talibanes habían logrado apoderarse de 17 distritos en ocho provincias, elevando el número total de distritos bajo su control a 60.