Biden y el Triángulo del Norte

El presidente López Obrador, una vez en el gobierno, prometió una política de grandes apoyos económicos a favor de los países que integran el Triángulo del Norte: Guatemala, El Salvador y Honduras.

 

A poco más de dos años de gobierno esto no ha sido una realidad, como lo he podido discutir con una de las cancillerías, que me piden no citarla, pero sí registran que ha cambiado la política migratoria de Mexico a la que ven como una agresión.

 

Biden, el nuevo presidente de Estados Unidos, a los pocos días de asumir su responsabilidad ha comprometido una nueva política, para los países del Triángulo del Norte. Conoce bien la región. Ha estado en ella en diversas ocasiones.

 

Daniel F. Rinde, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CEEI), la analiza (El Economista, 14.01.21). La gran mayoría de los migrantes sin papeles que ingresan a Estados Unidos vienen de esos países. Es una migración que se origina en los malos gobiernos, la inseguridad y la falta de empleo.

 

La evidencia señala, dice el analista, que la migración se reduce cuando el PIB per capita de un país alcanza los 8,000 dólares anuales. El de Guatemala y El Salvador es de 4,000 dólares anuales y el de Honduras de 2,500 dólares anuales.

 

En 2019, la administración Trump congeló la ayuda de 450 millones de dólares, para obligar a los países del Triángulo del Norte a frenar la migración hacia Estados Unidos. Eso ocasionó la cancelación de todos los programas de desarrollo con fondos del gobierno estadounidense.

 

El analista del CEEI dice que Biden se enfrenta a la corrupción y la mala gestión de los actuales gobiernos del Triángulo del Norte. A esto se añaden los problemas económicos y de seguridad de los tres países, que se han exacerbado por el Covid-19 y los daños causados por los huracanes Lola y Ela.

 

En versión de Rinde los problemas de los países del Triángulo del Norte tienen solución y cita como México a partir de 2005, cuando el per capita supera los 8,000 dólares anuales, deja de expulsar migrantes en los términos de los años anteriores.

 

El compromiso de Biden es invertir 4,000 millones de dólares en los próximos cuatro años, mil millones por año, en los países el Triángulo del Norte, con tres propósitos: Fortalecer el Estado de derecho, combatir la corrupción e impulsar el crecimiento económico.

 

Para el investigador del CEEI, la iniciativa de Biden requiere una estrecha asociación y coordinación con el BID, que tiene gran experiencia en la región y un gran poder de convocatoria.

 

Propone también que Biden comprometa el apoyo de México, Colombia, Canadá, Taiwán, España, la Unión Europea y al Banco Mundial. Con realismo plantea que no hay una solución mágica a la dimensión de los problemas de los países del Triángulo del Norte.

 

La posibilidad de superarlos exige una gran voluntad política de los gobiernos de la región, de la participación de la sociedad organizada de esos países y un mayor compromiso del gobierno de Estados Unidos. Habrá que ver si el anuncio de Biden se hace realidad.

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