No es sorpresa que durante este año las condiciones económicas de las familias se han agravado, al punto que en algunos casos los niños se han visto con la necesidad de salir a trabajar. En el estado de Durango se han detectado 10 casos ya que pueden ser considerados como de explotación infantil, estos menores provienen de otros estados de la república, como Chiapas.
En la ciudad de Durango al igual que en las de mayor densidad poblacional, como Lerdo o Gómez Palacio son las que con más frecuencia se encuentran este tipo de fenómenos. Hasta el momento, tras ocho meses desde que comenzó el confinamiento por el tema de la pandemia por Covid-19, esto se ha agudizado.
Aunque para las autoridades municipales, los niveles, al menos en la capital del Estado no son alarmantes, aunque advierten que en el casos de los niños que se encuentran en los albergues destinados para la población indígena en su paso por Durango, salen a pedir limosna. Esto a pesar de la advertencia que se hace a los padres, que habrá repercusiones legales.
Pero el caso más preocupante es el relacionado con los niños provenientes de otros estados, como Chiapas, los cuales ni siquiera son acompañados de sus padres.
Israel Soto Peña, secretario del Trabajo y Previsión Social dijo que se realizan operativos conjuntos con Desarrollo Integral de la Familia y la Procuraduría de la defensa del menor. Además reconoce que hay un problema con los niños que trabajan en la calle, en los cruceros, y también en el rubro de obra.
“Hemos encontrado algunos menores en áreas de construcción de obra que hemos retirado. La familia al estar en una situación de desempleo de un miembro y se reciben menos ingresos, una de las opciones es que el menor trabaje por un tiempo en alguna actividad que le remunere. Por eso vemos muchos menores en la calle”.
Para el funcionario estatal, es complicado saber la cantidad exacta de niños que se encuentran en estas condiciones, dado que las estadísticas que se generan por el INEGI a raíz de los recortes que sufrió el instituto, agravaron la situación, y es por eso que no se cuenta con una cantidad fija o estadística sobre lo que sucede con el trabajo infantil.
Pero sí se reconoce el problema, e incluso reconoció que no se cuenta con toda la capacidad presupuestal para atender el problema. Y es que cada caso es particular.