En el mundo, la biodiversidad es parte esencial del patrimonio de la humanidad y por ello se han creado leyes, convenios e instituciones dedicadas a hacer un llamado para cuidar este legado biológico, pues es su conservación lo que permitiría garantizar nuestro presente y nuestro futuro de nuestra vida cono seres humanos.
La Vida Silvestre es un término técnico utilizado para referirse a los animales que habitan de forma libre en las distintas regiones del país. Por lo tanto, Vida Silvestre y Fauna Silvestre tienen el mismo significado. Para los efectos de la Ley en México, la Vida Silvestre “está formada por los animales invertebrados y vertebrados residentes o migratorios, que viven en condiciones naturales en el territorio nacional y que no requieren del cuidado del hombre para su supervivencia”.
En México debemos de empezar a comprender que la vida silvestre constituye un patrimonio de incalculable valor: de hecho, su inmensa diversidad coloca a nuestro país como una región especial, ya que es un país mega diverso y alberga entre el 10% y el 12% de la diversidad biológica total de todo el planeta. Por si fuera poco, el alto grado de endemismos que presentan las especies al interior de nuestras fronteras incrementa aún más la importancia de concentrar esfuerzos que den como resultado su conservación.
Como nación tenemos la obligación de conocer, proteger y conservar el patrimonio natural del país, pues existe una constante amenaza en diferentes lugares en donde el hábitat ha sido alterado, provocando la migración o la extinción de seres vivos.
Nuestro gobierno debe de ser el primer promotor de la conservación de la vida silvestre y de instruir educación ambiental, para dirigirse hacia un objetivo donde la política nacional en materia de vida silvestre y su hábitat sea la protección y conservación mediante esquemas de aprovechamiento sustentable. De este modo, se pretende que se emprendan acciones que incrementen el bienestar de la población que vive en regiones de alta diversidad al tiempo que se mantienen y promueven la restauración y la integridad de los ecosistemas.
Lo anterior es un esfuerzo en sinergia con todos los actores sociales que conformamos nuestro país, es importante contribuir a compatibilizar y reforzar mutuamente la conservación de la biodiversidad con las necesidades de producción y desarrollo socioeconómico del sector rural de México. Si bien el Gobierno de la República implementa desde 1997 las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), un esquema de conservación y manejo, lo ideal es darle seguimiento y encauzarlo en la articulación de los instrumentos de política pública.
Las UMA son predios o instalaciones que cuentan con un registro ante la SEMARNAT con el propósito expreso de conservar el hábitat natural, mediante el manejo de poblaciones y ejemplares de especies silvestres. Así, las tareas de una UMA contemplan fines de restauración, protección, mantenimiento, recuperación, reproducción, repoblación, reintroducción, investigación, rescate, resguardo, rehabilitación, exhibición, educación ambiental y aprovechamiento sustentable.
Las UMA contribuyen a dar continuidad a los procesos evolutivos de las especies silvestres y a la generación de servicios ambientales como son la regulación climática, conservación de ciclos hidrológicos, fijación de nitrógeno, formación de suelo, captura de CO2, control de la erosión, polinización de plantas, control biológico de plagas y degradación de desechos orgánicos.
Las UMA pueden funcionar como destinos ecoturísticos, centros de exhibición de vida silvestre, producción de pies de cría, bancos de germoplasma o centros de investigación. Incluso las UMA han permitido que las tierras antes destinadas a la agricultura y ganadería y que devinieron improductivas, sean destinadas a la conservación de la vida silvestre y al manejo de los hábitats. Con ello se generan fuentes alternativas de empleo y mayor bienestar para las familias del sector rural, aunque quizá lo más importante de este esquema de conservación es que fomenta una conciencia social sobre el valor de la biodiversidad, los ecosistemas y los servicios ambientales que prestan.
Esta claro que no es fácil revertir los fenómenos que ocasionan la pérdida del hábitat silvestre y sin duda tendrá un impacto negativo directo en el medio ambiente en como lo conocemos y lo que es peor en la extinción de los hábitats. Por ello es imperativo el construir y mantener áreas de reserva y protección de la vida silvestre, como las Areas Naturales Protegidas, las Reservas de la Biosfera y por supuesto, la Uma y los PIMVS.