La ratificación del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), predecesor del TLCAN es una gran noticia para iniciar el 2020.
Finalmente culminó un año de intensas negociaciones adicionales Demócratas-USTR-México, que sin duda mejoraron el tratado para todos y en particular para México. Por mayoría bipartidista: 89 a favor, 10 en contra, el Senado de Estados Unidos aprobó el TMEC.
México es una potencia en vías de darse cuenta de ello, mientras tanto, esta importante noticia representa que nuestro país siga perteneciendo a uno de los bloques económicos más importantes del mundo y sin duda seguir siendo socios de Estados Unidos y Canadá es el camino correcto que debemos seguir.
Reconozco la labor del gobierno actual en la continuidad del tema, es una buena señal que un gobierno de ¨izquierda¨, haya comprendido la importancia de los acuerdos comerciales y las implicaciones favorables que éstos puede tener para la inversión extranjera en México y por ende, para la derrama económica.
Después de un largo periodo de incertidumbre económica para el país por la nueva forma de gobierno que elegimos, con esta aprobación México dejó un mensaje positivo a los inversionistas, consumidores y productores para continuar apostando por invertir aquí y esto a la par puede dar luz verde a la reactivación de la economía del país.
No olvidemos que el comercio exterior mexicano es determinante en el crecimiento económico debido al considerable índice de apertura (importaciones y exportaciones, así como proporción del PIB).
Si bien el T-MEC aumentará el comercio y las inversiones, por obvias razones, sus beneficios tendrán mucha mayor visibilidad en el 2021. A la par, México no debe perder de vista ajustar la política económica del país, para que favorezca el consumo, la inversión y la aplicación del estado de derecho.
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