Educación, seguridad, salud derechos que consagra la constitución para todos los mexicanos, cambiar total o parcialmente esos servicios por dinero reduce los derechos de los ciudadanos y aumenta su dependencia con el gobernante en turno.
Un estado que cambia servicios fundamentales por el reparto directo de recursos, apuesta por una ciudadanía menos libre y menos exigente, apuesta por una ciudadanía dependiente y más proclive a aceptar sus designios, lejos de poder exigir que el gobierno cumpla con su obligación de proveer servicios fundamentales, los ciudadanos piensan que deben sentirse agradecidos por los recursos que reciben y procuran congraciarse con quienes se los dan, el derecho a exigir se convierte en deuda, los ciudadanos cambian el derecho a exigir, por la necesidad de agradecer lo que el estado les brinda, este agradecimiento obra su máxima expresión a la hora de votar.
El éxito de los programas de asistencia social se mide fundamentalmente por su capacidad y eficiencia en lograr que los beneficiarios de dicho programa dejen eventualmente de necesitarlos. El reparto directo de recursos sin objetivos ni metas perpetua la dependencia sin un proyecto para que la ciudadanía salga de su situación de vulnerabilidad.