El esperado partido entre México y Portugal, que marcaría la reapertura del Estadio Azteca el 28 de marzo de 2026, se encuentra en riesgo debido a una situación imprevista en el calendario internacional. Aunque el amistoso estaba prácticamente cerrado, la clasificación de Portugal al Mundial 2026 aún no es un hecho matemático, lo que podría impedir la participación de Cristiano Ronaldo en el histórico encuentro.
La selección portuguesa empató 2-2 ante Hungría en su último compromiso de las eliminatorias europeas, resultado que retrasó su pase directo a la Copa del Mundo. En ese partido, el delantero del Al Nassr marcó dos goles, pero un tanto en tiempo agregado del húngaro Dominik Szoboszlai selló el empate. Este resultado dejó a Portugal con cinco puntos de ventaja sobre su perseguidor, pero con la obligación de sumar en los dos partidos restantes de noviembre para asegurar su clasificación.
Portugal podría disputar repechaje en marzo de 2026
Los encuentros decisivos se jugarán el 13 y el 16 de noviembre. Si el combinado dirigido por Roberto Martínez no logra sellar su pase, deberá disputar el repechaje europeo en marzo de 2026, justo cuando está programado el amistoso ante México. Esa coincidencia de fechas haría imposible la presencia del equipo lusitano en la reapertura del Coloso de Santa Úrsula.
Este escenario mantiene en incertidumbre tanto a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) como a la Federación Portuguesa (FPF). Ambas organizaciones decidieron esperar hasta el cierre de la fase clasificatoria para confirmar si el compromiso se podrá llevar a cabo.
México analiza alternativas para el partido inaugural
La reapertura del Estadio Azteca forma parte de los preparativos rumbo al Mundial 2026, torneo en el que México será sede junto con Estados Unidos y Canadá. El duelo ante Portugal había generado gran expectativa, pues significaría el regreso de Cristiano Ronaldo a suelo mexicano por primera vez en su carrera, a los 40 años de edad.
Sin embargo, si Portugal termina disputando el repechaje, México tendría que buscar un nuevo rival europeo de alto perfil para no modificar el atractivo del evento. La FMF ya analiza posibles alternativas que mantengan el nivel competitivo del encuentro y aseguren un espectáculo a la altura de la remodelación del recinto.
Por el momento, el partido sigue “en pie”, aunque pendiente de confirmación oficial. Todo dependerá del desempeño de Portugal en sus próximos compromisos clasificatorios.
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