UNAM reconoce su legado en la bioética
El doctor Arnoldo Kraus falleció este viernes y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamentó la pérdida de quien se convirtió en un referente de la bioética en México. La institución, a través de su Programa Universitario de Bioética, expresó su solidaridad con familiares, colegas y estudiantes, destacando la trayectoria del académico como médico, investigador y pensador comprometido con la dignidad humana.
Durante su carrera, el doctor Kraus escribió numerosos ensayos y libros sobre ética médica, eutanasia, derecho a la salud y la relación médico-paciente. Su pensamiento, de corte humanista, influyó de manera profunda en varias generaciones de profesionales de la salud y en el desarrollo de los debates contemporáneos sobre la bioética mexicana.
El Programa Universitario de Bioética recordó que su ausencia deja un vacío importante en la discusión académica y social del país, pero también un legado de reflexión que permanecerá en el ámbito médico y filosófico.
Una trayectoria marcada por el humanismo
Arnoldo Kraus se desempeñó como académico en la Facultad de Medicina de la UNAM y fue miembro del Colegio de Bioética y del Seminario de Cultura Mexicana. Además, mantuvo una presencia constante en medios de comunicación, entre ellos El Universal y la revista Nexos, en los que escribió sobre temas como el dolor, la autonomía, la justicia social y el “bien morir”.
Su obra contribuyó a que la bioética en México se consolidara como un campo de reflexión necesario para médicos, pacientes y sociedad en general. Sus aportaciones reforzaron la importancia de la empatía, la libertad de decisión y la responsabilidad profesional dentro del ejercicio médico.
Reconocimiento póstumo
La UNAM destacó que la memoria del doctor Arnoldo Kraus seguirá presente en la formación de nuevas generaciones y en la construcción de una medicina más humana. Sus colegas recordaron que dedicó su vida a vincular la práctica médica con los principios éticos, colocando siempre al paciente como el centro de toda decisión.
Con su fallecimiento, la comunidad académica pierde a un pensador que promovió el respeto por la vida y la reflexión sobre el final de la existencia, un tema que abordó con claridad y sensibilidad. La universidad aseguró que continuará difundiendo su obra para que su legado permanezca vivo en los espacios de análisis y enseñanza.

