Se veía venir

Por: Ana Karina Fernández

Se veía venir…Irán decidió tirar la copa de vino en la alfombra persa del Golfo Pérsico! Nada dice “discreción diplomática” como lanzar un ataque a una base estadounidense en Qatar, el pequeño pero jugosísimo enclave petrolero donde conviven más soldados que ciudadanos. El mensaje de Irán fue claro: “Si ustedes juegan con fuego, nosotros también traemos cerillos, gasolina y ganas de arder”. (Sic)

Pero te preguntarás, qué significa todo esto en el gran tablero de la economía mundial? Pues prepárate para una fiesta financiera de esas donde todos llegan sobrios pero se van vomitando inflación.

Primero, el precio del petróleo. Qatar está en el vecindario más inflamable del planeta, y un ataque ahí es como encender una fogata dentro de una refinería. (Un Sanjuanico tier 1)

Los mercados ya están sudando frío y el Brent empezó a subir más rápido que las colegiaturas privadas. Cuando hay miedo de conflicto en Medio Oriente, los traders huelen guerra y compran petróleo como si fueran latas de atún en pandemia. Así que dile adiós, por un rato, a la gasolina “barata” y dile hola a la inflación importada.

Segundo, los mercados de valores reaccionan peor que adolescente con mal de amores: caen, se levantan, vuelven a caer y entran en crisis existencial. Wall Street se puso nervioso, las tecnológicas se encogieron y hasta los bonos, que normalmente son el escondite seguro, se están llenando de inquilinos como si fueran departamentos en la Roma. La volatilidad no es sólo una palabra bonita: significa que nadie sabe qué demonios va a pasar, pero todos están apostando con miedo.

Tercero, el dólar, como siempre, se fortalece con el caos. A río revuelto …Bendita ironía! Estados Unidos puede estar en medio de una posible guerra indirecta con Irán, pero su moneda se vuelve más atractiva que la rubia de la colonia popular. Esto pone presión sobre las monedas emergentes como el peso mexicano, que empieza a bailar cumbia en los mercados internacionales sin saber si está en una boda o en un velorio. Dicotomías que sufrimos eternamente por tremendo vecino!

México? Algo así como el primo incómodo en la mesa familiar. Cuando el dólar sube, nos cuesta más importar lo que no producimos, que es básicamente todo lo sofisticado. Se encarece la deuda, se complica la inversión, y si la FED se pone nerviosa, nos sube las tasas como castigo preventivo.

Es en estos momentos es cuando odio ser lista y haber ido a la escuela porque – en la ignorancia está la felicidad ! Al menos en época de Trumpiriato!

Y es así que Irán lanza un misil en Qatar, y en México sube la tortilla, se tambalea la Bolsa y los economistas en la tele sacan gráficas que nadie entiende. Bendita Globalización, qué bonito es depender del humor de los ayatolás!