En redes sociales, ciudadanos han comenzado a denunciar una preocupante forma de extorsión que ha ganado terreno en la Ciudad de México: los llamados “montapeleas”, una práctica que no solo amenaza la seguridad de las personas, sino también la integridad de sus mascotas.
Según los testimonios, esta modalidad consiste en simular paseos con perros, para luego provocar enfrentamientos con otras mascotas en la vía pública. Los responsables suelen montar el conflicto y, tras la pelea, acusan al otro dueño de haber causado lesiones a su perro, exigiendo dinero como “compensación” por los supuestos daños.
Las amenazas, los gritos y la presencia de cómplices —que fingen ser testigos y apoyan la versión del agresor— forman parte del esquema de intimidación. En muchos casos, el objetivo final es extorsionar con violencia verbal o incluso intentar el robo de la mascota.
Uno de los casos más recientes se registró el 29 de mayo en la alcaldía Miguel Hidalgo. Una mujer, que se hizo pasar por paseadora, provocó una pelea entre su pastor australiano y dos perros mestizos dentro de un predio privado. La situación derivó en confrontaciones físicas entre los dueños, amenazas y una denuncia formal ante el Ministerio Público.
Autoridades y organizaciones de protección animal han vinculado estas acciones con otras prácticas delictivas, como el robo de mascotas en zonas comerciales y espacios públicos. En algunos casos, los animales sustraídos podrían ser utilizados en peleas clandestinas o vendidos ilegalmente.
Datos recabados en la capital indican que el robo de mascotas se ha incrementado en un 125% en los últimos doce años. Las razas más afectadas por el comercio ilegal son el labrador, husky y labrador inglés. En el caso de las peleas, las más codiciadas por los delincuentes son el pitbull, bull terrier y rottweiler.
Ante estos hechos, las autoridades capitalinas hacen un llamado a la ciudadanía a estar alerta y denunciar cualquier intento de extorsión o situación sospechosa relacionada con sus mascotas.
