Los mexicanos que solía llenar estadios en Estados Unidos ahora evita asistir a los partidos por miedo a operativos migratorios. El 14 de junio, solo 54,309 personas llegaron al SoFi Stadium de Los Ángeles para ver el triunfo de México sobre República Dominicana en la Copa Oro, casi 10 mil menos que el promedio registrado en los últimos encuentros del Tri en ese recinto.
En la reventa, los boletos bajaron de un promedio de 75 dólares a menos de 30, y el ambiente en el estadio se tornó frío y desconectado. La causa: el temor a la presencia de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cerca del evento.
Mexicanos organizados se retiran en solidaridad y por seguridad
Los grupos de animación Cielito Lindo, Pancho Villa’s Army y Patrones de México decidieron no presentarse. Rubén, coordinador de Cielito Lindo, explicó que la comunidad no se sentía bienvenida ni segura. “Vimos lo que ocurrió semanas antes en Los Ángeles. Muchos decidieron quedarse en casa o asistir a las protestas. No tenía sentido celebrar mientras nuestros amigos estaban en peligro”.
Por eso, también cancelaron las tradicionales fiestas previas a los partidos. Livette Ruvalcaba, también de Cielito Lindo, compartió: “Ese día es cuando más nos sentimos mexicanos. Pero no podíamos fingir alegría cuando sabíamos que algunos ni siquiera podían salir de sus casas”.
El miedo crece, incluso entre los mexicanos que tienen documentos
Rubén notó que el miedo comenzó meses antes. Para la final de la Copa Oro 2023, su grupo vendió 800 entradas. Pero para la final de la Liga de Naciones en marzo de este año, solo colocaron 50. Una familia que usualmente compraba 50 boletos apenas adquirió 11, y explicó que solo asistirían personas con documentación legal.
Incluso quienes cuentan con papeles evitan los estadios. “Nuestros seguidores tienen miedo”, dijo Rubén. “Los videos muestran que nadie pregunta si tienes documentos o no antes de detenerte”.
Entrenador del Tri decepciona con su respuesta
Cuando periodistas preguntaron al técnico Javier Aguirre sobre la situación, respondió: “No soy portavoz de los mexicanos. Soy el entrenador de la selección”. Esta respuesta dolió entre los aficionados.
“Nos rompió el corazón”, aseguró Ruvalcaba. “Siempre hemos estado ahí. Solo pedíamos empatía”. Aunque Aguirre intentó suavizar su postura tras el partido, evitó abordar directamente la preocupación de la comunidad migrante.
La Copa Mundial 2026, en riesgo de perder a su afición migrante
México, junto con Estados Unidos y Canadá, albergará la Copa Mundial 2026. A menos de un año del primer partido en el Estadio Azteca, los aficionados mexicanos que viven en EE.UU. temen que nuevas redadas empañen un evento que debería unir a la comunidad.
Rafael Baqueiro, de Sigo al Tri, lo resume con claridad: “Esperamos que esto pase pronto y podamos celebrar como siempre. México necesita el impulso de su gente”. Por su parte, Luis Espinosa alertó: “El miedo por la documentación sigue creciendo. Ojalá no afecte al Mundial”.
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