Por: Luis Humberto Fernández
Las prácticas y los hábitos políticos definen la salud de la República. En ese sentido, el pasado 04 de marzo, en la Cámara de Diputados aprobamos la Reforma Constitucional para prohibir el nepotismo a partir del 2030, para impedir que familiares puedan postularse a diversos cargos de elección popular, que hayan sido ocupados por algún familiar en los últimos tres años. Y con esa lógica, hace unos días se realizó el Consejo Nacional de Morena donde aprobamos los “Lineamientos para el comportamiento ético que deben tener las personas representantes, servidoras públicas, protagonistas del cambio verdadero y militantes de Morena” y reiteramos la prohibición del nepotismo, pero a partir del 2027.
Esta resolución del Consejo Nacional de Morena nos representa un hecho importante para la vida publica de México. Significa reforzar nuestras raíces como movimiento a través de todos estos lineamientos. Otro punto importante que se aprobó es la Austeridad Republicana y vocación de servir, que debe fungir como modelo de vida para todos los militantes, así como conducirse con sobriedad y sin lujos, siempre privilegiando valores como la honestidad, sencillez y humildad. También coincidimos en la independencia de los poderes fácticos, donde rechazamos el influyentismo, el sectarismo y el amiguismo.
Los acuerdos del Consejo Nacional también son una definición de qué política queremos para México: una política donde lo público, el patriotismo y el interés de todas y todos, sean la bugía que la mueva y no los grupos de interés y sectarios; una política que se basa en las ideas y la defensa de los proyectos y no en la fantochería e imposturas. Una política que se predique con el ejemplo, y que la austeridad y la ética sean un estilo de vida cotidiano.
Nadie está contra la riqueza, a lo largo de la vida del movimiento y desde su fundación se han sumado empresarios y del sector privado. El tema es que de la vida pública no se pueden hacer fortunas ni tener ostentosidades. Estas medidas y decisiones nos alejan de la frivolidad, pero sobre todo garantizan la oxigenación de la vida pública de México. Como mencionó la Presidenta, la Dra. Claudia Sheinbaum, en la carta que envió al Consejo Nacional: “no podemos olvidar de dónde venimos, de lo contrario olvidaremos a dónde vamos. No es llegar al poder por llegar, no es la ambición personal lo que debe guiarnos, sino el bienestar del pueblo. Es mucho lo que está en juego, el presente y el futuro de nuestra Nación. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.